Cariño mío,
Desde hace mucho tiempo antes de que nacieras papá tenía una
creencia, que aún no he tenido la oportunidad de compartir contigo y
explicarte:
“Tengo FE en que aquello que sentimos pueda trascender más allá de uno mismo”.
¿Cómo te lo explicaré para
que lo entiendas?, pues imagina cuando lanzas un beso al aire, y que el
viento se lleva consigo lo que has sentido al
besar, propagándolo por los lugares que tú desearías, hasta llegar a
su destino. Y aunque no vemos como ocurre y no lo podemos comprobar, la
Fe precisamente es aquello que aún no conociendo como
ocurre, nos proporciona la convicción de que llegará a ocurrir con
toda seguridad. Y así es como papá cree que viaja un beso lanzado al
aire hacia un destino distante de quién lo dió.
Desde este lugar en el que nos encontramos tus hermanos y papá, y
aún estando alejados de tí por imperativo legal y por decisión de tu
progenitora –y su entorno-, creo con toda la fuerza, que
nuestros besos llegarán allí donde estés. Y llegarán con
independencia que lo sepas o no, porque estamos pensando y sintiendo
para tí cada momento de tu vida, y eso nadie lo puede evitar. Que
nuestros besos no son besos robados, sino besos libres y compartidos
por y para ti. Que navegarán con el viento: con las velas de la
esperanza, con el timón de la ilusión, y con los remos del
amor.
Y entre esos besos están los que quiere compartir contigo tu
hermanito más pequeño, Yuri. Que te los envía , con tal fuerza de amor
natural y sin filtros, que irresistiblemente lo comparte para
tí con la ternura y el afecto que en un tiempo llegarás a ser
partícipe real y presente de lo que siempre fue tuyo: tu familia.
Te queremos amor mío, te quiere tu hermanito Yuri, y con él, todos los que somos tu Familia y Amigos.
Después del Invierno, vendrá la Primavera, tenlo muy presente mi vida.
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