Papá a veces llora cuando se levanta, y mirando tu foto te desea un
buen día, cuando a las 12:00 del mediodía veo salir a esos pequeños
guerreros del cole y sé que un día más comeré sin
tí.
Cuando entro en tu cuarto y veo tanto orden, cuando abro el armario y
veo toda tu ropa nueva y ya se quedaron pequeñas las zapatillas. Cuando
entro en la ducha y veo tu esponja, tu albornoz sin
estar mojado. Entonces papá a veces, se quiebra.
También me desmonto cuando al preparar la cena me encuentro tus
cubiertos de colores y tu vaso favorito, pero bueno, pienso: ¡ya queda
poco para acabar el día!.
Sólo queda lavarse los dientes y ver tu pequeño cepillo y antes de
ir a la cama me gusta ver y doblar tu ropa que ya no usas.
Y ahora sí, pasa un día más, y antes un poco de tu colonia para
sentirte cerca y a la cama con un besito a tu foto, y una imagen de tu
sonrisa.
Ya quedan solo unos días más para poder escribir sobre ti en el fin
de semana que dedico un tiempo parar hacer nuestro diario. Pero no pude
evitar escribirte hoy también.
Pero papá no es una roca y también llora, y es que hay un dicho que dice... El roce hace el cariño... Y aquel que lo hizo seguro que no era un padre "alejado de su hijo", porque perdona que le diga que rozarlo no lo rozo a mi hijo desde hace casi 2 años pero de cariño voy a estallar.
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