¡Que grandes hombres son los que hay en la policía nacional!...que maravilla de ADN varón. ¡Les quiero tanto!..me hicieron ¡tanto bien con mi hijo!...Da gusto verles con esas caras de atención y esa predisposición a aprender de esa preciosa visión de la Violencia que cometen los hombres contra las mujeres por ser mujeres y madres. Nos salvan la vida de nosotros mismos ¡tantas veces!. ¡Nos tratan tan bien en los calabozos!, ¡nos detienen con tanta profesionalidad!.
La policía judicial son dignos de admiración, y ¡viva España y la LEGIÓN!. Y que a nadie se le
ocurra poner un pero a la Policía Nacional, ¡pero ni uno eh!. Son los salvadores de las mujeres y sus hijos. Los amo.
600
folios escribieron en su informe policial por unos moratones
superficiales que tardaron en
sanar 3 días y que nos achacan a mi hijo mayor y a mí contra mi hijo
pequeño. Ya pueden decir, quienes lo hayan escrito, que han cumplido
con uno de los deberes de la vida: escribir un libro;
solo les queda plantar un árbol y tener un hijo.
Aún
no sabemos por qué nos culpan, pero dedicaron decenas de efectivos
policiales y meses de
investigación, que tuvieron tiempo de entrevistarse con el Papa de
Roma, por si acaso con eso que es el Papa de los papas sabía algo.
Un
super trabajo el que hicieron, que ni el caso Ana Julia Quezada, os lo
aseguro. Aunque una
pena para ellos que no consiguieron ni una sola prueba -¿tal vez
porque no hay y no le hizo quienes culpan y sí quienes protegen?-; pero
si lograron cambiar la versión de un niño de 10 años, con
una discapacidad lingüística, y después de 2 meses recluido en un
centro de menores y manteniendo otra versión que inculpaba a la
"buenísima" mamá. Además le leyeron sus derechos a mi pequeño
como grandes profesionales de las fuerzas y cuerpos de seguridad del
Estado, antes de sacarle una nueva declaración, con firma incluido y
todo, como buenísimos profesionales, ¿están de
acuerdo?.
¡Ah,
por cierto!, la brillante idea de encerrar -perdón, "ir de vacaciones"-
en un Centro de
Menores a mi hijo fue por la inestimable colaboración y
recomendación de los Servicios Sociales. Los protectores de la mujer y
mamá del niño, en aras de luchar por descubrir lo que dicen que es
la VERDAD, o POSVERDAD, que no cuestione a una madre y mujer de
haber pegado unos pellizcos a su hijo. ¡Por Dios, ni pensarlo!, si el
niño decía que había sido la mami a todos los médicos, ¡no
podía ser!...y ahí estuvo la brillante idea de unas SS -servicios
sociales-, que aún no conociendo al padre -yo- si se encargarían de
tener al menor recluido en un centro -perdón otra vez, de
vacaciones- para que "cantase" la "verdad" que quería y sugería su
mamá y que le apartara de toda sospecha. ¿Verdad real?, ¡que más da!.
Era la verdad que interesaba, y muy curioso la “mami” ya
la sabía antes de que mi hijo declarara, ¿será la intuición de
madre?. Habrá que llamar a Iker Jiménez para que lo averigüe, porque a
es un gran misterio.
Los
psicólogos y educadores del Centro de Menores no lograron durante dos
meses cambiarle la
versión al pequeño –suponemos que lo intentarían-; pero ¡no pasa
nada!, porque el día antes de que me abriesen las visitas y pudiese ver a
mi hijo en el Centro, justo en ese momento llegaron
efectivos de la gran Policía Nacional, como si de la operación "Bin
Laden" se tratase, y arrancaron esa declaración, que no habían logrado
los profesionales del centro y que inculpaba a papá y al
hermano mayor del chiquillo de supuestamente haberle cometido
aquella agresión.
Fuese
o no verdad la declaración de mi hijo, ¡que magna intervención
policial, que ni los Navy
Seals americanos hubiesen conseguido!. ¿La verdad?, ¡que importaba!.
Estábamos ante un hecho sin precedente de la Policía de Onteniente. El
caso de sus vidas. ¡Que colosal!. Y todo dentro de los
grandiosos protocolos de género, donde son los papás los que
maltratamos, porque las mamás no nacieron con ADN varón origen de toda
violencia, como dice Doña Manuela Carmena, ilustrísima
Alcaldesa de Madrid, gran feminista y política de la izquierda de
Podemos.
Un
honor que me detuviesen a mí, y antes lo hiciesen con mi hijo mayor de
21 años delante de
sus compañeros de Universidad en medio de una clase. Todo un ejemplo
policial, ¡si señor!. ¿Verdad señores y señoras Policías Judiciales de
Onteniente?.
Que
nadie ose criticarles; cumplen su "trabajo". Cumplen su "misión". Por
eso y con gran
orgullo de mi parte, ¡"recuerdos" a la Policía con todo mi corazón!,
porque NUNCA les olvidaré, y sobre todo a esos grandes defensores de la
mujer y su progenie (nada de hombres y padres) que son
los que trabajan en la Comisaría de Onteniente.
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