Leer a mujeres formadas, honestas y claras te reafirma en el valor de las VERDADERAS MUJERES que luchan contra el poder del Feminismo del Odio. Esta lectura debería ser de interés para la abogada de la progenitora de mi hijo alienado. A ella, como ya le dije, le dedicaré un capítulo en mi historia, que espero le sirva para no hacer daño a ningún hombre e hijo más.
LA OCULTA VIOLENCIA DE LAS MADRES QUE EJERCEN SU PODER CON LOS HIJOS Y CON LAS LEYES SOBRE LOS HOMBRES
Las madres tenemos muchísimo poder y creer que no lo ejercemos
o no estar advertidas de ello, me parece muy nocivo. Nadie quiere
hablar de madres haciéndoles mal a los hijos porque la madre, en tanto
mujer, está sacralizada.
Todavía no llegó el momento de poder pensar a las mujeres como sujetos
de violencia. Eso por un lado. Por otro, la justicia de familia tiende a
fallar siempre a favor de la madre casi como un a priori.
Un
ejemplo es el modo en que los hijos se usan como rehén por parte de las
madres nocivas en el caso de las separaciones. No hablo de padres
ausentes, hablo de padres presentes: ahí las madres saben que la
posibilidad de que los hijos vean o no a sus padres depende mayormente
de ellas y ese poder lo usan todo el tiempo.
Las abogadas
autodenominadas “feministas” muchas veces hacen uso de un poder que
tiene más que ver con castigar al hombre que con preservar los derechos
del niño.
En ese sentido, reproducen el esquema patriarcal al poner a la mujer en
un lugar de dependencia del hombre y esencializarla en el papel del
cuidado exclusivo de sus hijos. Insisto: no hablo de los padres que se
borran, hablo de los padres a los que las madres borran.
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