Xavi,
Tú eras una buena
persona
Papá y mamá
hicieron cosas equivocadas, y muy duras ambos. Había odio entre los dos. Pero tú
no odiaste a ninguno mientras nos veías.
Me duele mucho por
ti que ahora sientas odio hacia la mitad de tu familia desde que no nos ves.
Porque ha sido
¡tanto el amor que te dimos!, que no es proporcional ni comprensible tu odio.
Porque el odio no
es bueno cariño. Yo se lo que es y mucho. Te quita bondad, te roba felicidad,
te oscurece el alma, te convierte en malo.
Tu no odiabas. Huías
del conflicto, mentías como protección para que papá o mamá te creyésemos leal.
Pero nos querías a los dos, aunque a cada uno le hacías creer lo contrario.
Querías a los hermanos por ambas partes, y a los abuelitos también.
Tu hubieses
llorado la muerte del abuelito en condiciones normales. Porque llorar es de ser
humano, con sentimientos. Y sin embargo no lo hiciste, ni lo quisiste despedir.
Y estás perdonado, pero me dolió mucho que ese detalle manchase tu corazón con
falta de empatía.
Me duele que hayas
perdido parte de esos sentimientos. Porque eras bueno, con un corazón grande y
un alma limpia.
Me duele no poder
tener un duelo de ti. Porque estando vivo, estas muerto en mi vida. Y tú eso no
lo querías, nunca lo deseaste.
No se que hacer
para poder hablarte, escucharte, o que me insultes, pegues, o hagas lo que
quieras conmigo. Pero sentir que estas vivo, que puedes demostrar sentimientos
y que no los tengas bloqueados o reprimidos. Porque 10 años de amor pesan mucho
cariño.
Me duele que no
mires y sonrías con tu hermanito pequeño que crece ¡tan rápido!. El ríe mucho
como tú lo hacías de peque. Y las dos sonrisas serian el mejor antídoto contra
el odio.
Me duele que
detestes a tu hermano mayor, que con respeto a todos tus hermanos y sin entrar
a valorar cuanto amor sentías, es el que por circunstancias más te cuidó.
Aún siento tu olor
a mi lado al acostarme. ¡Qué fuerte sensación después de 4 años sin verte o
tocarte!.
Sueño contigo, y
siempre es con paz, con una sonrisa. Y cuando despierto se que no es real y me
rebelo con la realidad tan aplastante, donde ya no estás.
Miro al cielo y el
abuelito me da paz, se que está ahí arriba cuidándonos. Sin embargo no se donde
mirar para sentirte, porque tu vives, pero no puedo consolarme, porque es para
mi como una vida fantasma. No se donde rezarte, orarte, soñarte, enviarte besos
aunque sean al viento como le envío al abuelito. Mis sentimientos hacia ti
están encerrados en una cárcel. Y tú tendrás los tuyos, ocultos y también
encerrados. Y algún día eso te hará daño, mucho daño.
Tal vez solo sean
palabras todo este escrito de tirón que hago. Pero créeme, detrás hay puros
sentimientos de profundo amor, aunque sea a lo desconocido, que ya eres tú.
Papá
No hay comentarios:
Publicar un comentario