Imagen 1
Hola amor mío, hola Xavi
En estos días duros en un
momento complejo de toda la sociedad en la que vivimos, quiero hablarte de tu
hermano mayor, de tu tete. Sé que algún día estarás orgulloso de él. Nunca te
lo había contado, tal vez ahora era el momento de hacerlo.
Habrás visto, seguro estoy, pasear por
Onteniente a nuestros militares. Si no ha sido así, por televisión creo que también habrás podido
contemplar como el ejército levanta hospitales, albergues, desinfecciones
masivas en instituciones y residencias, traslados de enfermos y fallecidos, entre otras, que son acciones que
realizan y emocionan por su grandeza desde nuestro ejército. Piensa por ejemplo
en el montaje del Hospital del Ifema, del que tanto han hablado en Madrid,
donde caben 5000 pacientes, el hospital mas grande de España y uno de los
mayores del mundo construido en 48 horas por nuestros soldados.
Pues bien cariño, puedes estar
orgulloso del tete como yo lo estoy, porque el es Psicólogo y Militar -ver imagen 1-, y es uno
de los soldados que está entregando su fuerza humana para ayudar a los demás en
esta crisis de Coronavirus. Junto a sus compañeros se están dejando la piel por
todos, desde el silencio están dando un ejemplo de trabajo, solidaridad,
dedicación a los demás, valentía y eficacia, y en primera línea de combate contra
el virus.
Nunca te hablé del trabajo de tu
hermano y de su función. Pero ahora quiero que lo sepas, porque este periodo de
tiempo tan difícil que pasamos todos, quedará marcado para la Historia. Y
quiero que sepas que tu hermano pertenece a ese EJÉRCITO QUE NOS CUIDA. Que no
estuvimos solos. Que son de los nuestros. Y si llega el momento aun nos
ayudarán mucho más.
Pero, sin embargo quiero
resaltar esas "pequeñas cosas", que pasan más desapercibidas, y que
hacen de la solidaridad algo humano pero sobre todo bello y único.
El caso que hay detrás de la
imagen 2, y que te la pongo debajo de este párrafo, es la de tu hermano acompañando a una mujer
de edad avanzada que quería darle a un anciano que vive solo un caldo caliente
para comer. La mujer tenía miedo de salir a la calle, miedo a ese bichito que
tanto nos fastidia estos días. Y la señora llamó a militares que patrullan en
la zona donde vive. Uno de ellos, quien lleva la fiambrera en la imagen, es el
tete.
Imagen 2
Y ¡ahí tienes cariño! Un acto tan
simple, aparentemente tan fácil como coger la fiambrera con el caldo caliente y
dársela a un anciano, se convierte para ambas personas mayores en un acto de
amor sutil y sublime, que les hace sentir vivos.
Como verás en esta imagen 3 que
pongo a continuación, el tete está acompañando a una anciana a llevarle la
compra de la comida a casa. Es otro de esos pequeños detalles que no nos dábamos cuenta y que
siempre habrían sido importantes en nuestra vida cotidiana.
Imagen 3
Con esos pequeños detalles se
aprenden a valorar más la vida no sólo en los grandes momentos, sino también
respecto a los que eran más triviales. Esos momentos que cuando no vivíamos
este drama, parecían normales y pasaban desapercibidos. Pero ahora lo valoramos
como algo esencial.
¡Gracias "bichito Covid-19", porque aunqu estás enfermando a mucha gente, también nos das la oportunidad de aprender en esta difícil situación!.
Porque la vida está hecha de
"pequeños momentos", e incluso un virus nos enseña a valorarlos.
Un beso cariño, y cuídate. Te
amamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario