21/4/20

47. Perdón y justicia implacable para usted señora Gloria



No soy su enemigo. El enemigo es usted misma. Desde la absoluta tranquilidad de conciencia, y asumiendo mis errores, lucharé hasta el final por mi hijo, pero antes le diré unos valores que he logrado en estos últimos poco más de 8 años, gracias a usted y es el de PERDONAR y luchar por la JUSTICIA. Y básicamente desde varios aspectos quiero hablarle de estos valores: 

He sido capaz de perdonarle en múltiples circunstancias y denuncias falsas interpuestas por usted y usando a nuestro hijo como arma arrojadiza, directa o indirectamente:

Pude perdonarle que me acusara falsamente en el año 2012 de maltratar a mi hijo, reteniéndolo usted durante un mes privado de la libertad de verme sin ninguna sentencia o auto para que le permitiese hacerlo, y al contrario, siendo apercibida por el juzgado de que entregara al menor a su padre. Después de dos ocasiones apercibida usted no tuvo más remedio que cumplir el auto judicial de entrega. Usted sabe que nunca le pegué a mi hijo, además queda por escrito incluso antes de que me denunciara. Y así resultó en sentencia sobreseida. 

Pude perdonarle que durante el año 2012 se llevase a mi hijo a otra localidad a la que pactamos tener de mutuo acuerdo la Custodia Compartida. Que promoviese un cambio de custodia en base a "denuncias de género", una vez se había ido a otra localidad, aportando otras denuncias irrelevantes que nada tenían que ver con la relación con mi hijo. En ese tiempo también tuve que perdonarle que cambiase unilateralmente a mi hijo de Colegio y de localidad, y sabiendo que el chiquillo no quería cambiar de Cole, y más estando totalmente integrado con sus compañeros y con el tratamiento educativo y del lenguaje específico que llevaba en su cole de siempre. Al final la Dirección Educativa del Gobierno Valenciano obligó al nuevo Colegio, donde está su amiga de directora, a retornar el expediente donde correspondía, en el Colegio donde estaba previamente matriculado.

Pude perdonarle de una acusación muy dura, la peor que se le puede hacer a un padre: una denuncia falsa de abusos sexuales hacia mi hijo, y dirigida también hacia mi madre y el hermano mayor de Xavi, su tete. Y además hacerlo por dos ocasiones en un año, a sabiendas que los psicólogos del Centro Especializado Spill, de detección de abusos, al que le habían dirigido en su primer intento de denunciarme los Servicios Sociales de Algemesí y que usted instrumentalizó, no detectaron indicio alguno de abuso. El Centro Spill le dijo muy claramente que NO había ningún tipo de abuso, sino un conflicto de lealtades del niño hacia ambos padres. Sin embargo, y a sabiendas de que no existió abuso, volvió a intentar denunciarme pero esta vez a través de sede Judicial, donde su señoría dio por sobreseído el asunto de forma casi inmediata al detectar incoherencias y contradicciones en la acusación, y en una grabación en la que usted hacía las preguntas dirigidas hacia nuestro hijo ¿Es capaz de reconocerlo mirando a nuestro hijo Xavi a los ojos que es cierto lo que le digo?. ¿Usted tiene criterio moral para decidir que mi hijo no se relacione con su padre y familia paterna sin aceptar sus graves errores, por decirlo de alguna manera, como lo es esta acusación falsa de abuso sexual?.

Pude perdonarle que solicitara una tercera modificación de medidas en menos de 2 años (antes había intentado varias veces a través de Juicios rápidos por el artículo 158 del Código Civil conseguir apartarme de mi hijo) con el objetivo de quitarme visitas y patria potestad, usando las mismas "denuncias de género" (no sentencias) y los mismos argumentos que en la anterior modificación de medidas. Resultó que los informes Psicológicos y Psiquiátricos de la modificación de medidas fueron a mi favor. El informe psicológico recomendaba al juzgado la Custodia Compartida (negando su planteamiento de quitarme las visitas) y el informe psiquiátrico dictaminaba mi total capacitación para cuidar y estar con mi hijo, ambos informes contrarios a sus intereses en la demanda.

Pude perdonarle cuando me acusó falsamente de agredirla en la puerta del colegio de Xavi, en el año 2012 (trágico año por la cantidad de procedimientos que se concentraron todos en el mismo periodo), cuando en realidad yo fui a recoger a nuestro hijo y le llevaba en brazos, y lo único que hice fue huir de usted, porque sabía de su maldad. Y sabe que nunca hubo agresión, pero usó a Xavi para denunciarme nuevamente. Independientemente de que gané el juicio, como he ganado todos los juicios donde se me ha solicitado incluso cárcel, y que hasta el conserje del Colegio de los Maristas fue testigo y usted misma le dijo a la policía aquel día que no había existido agresión alguna, USTED SABE que nunca le agredí en ese portal escolar. En su mente confrontará ese conocimiento por mucho que engañe a los demás, y eso le marcará para siempre sino se perdona a si misma y reconoce la verdad.  Y sobre todo, porque usó a Xavi, que estaba indefenso en mis brazos.

Pude perdonarle por ser una falsa testigo de una acusación de violaciones reiteradas por su amiga María José hacia mi persona. Y se lo recuerdo porque lo fuerte no es en si misma la denuncia falsa, sino que usted volvió a usar a Xavi con 5 años de edad, para ejercer de testigo indirecta y hablando por mi hijo sobre ¡lo que supuestamente le había contado Xavi!. Una demencial acusación de su amiga, porque nunca le agredí sexualmente, nunca, como demostré en el juzgado y así lo dictaminó la sentencia devastadora para esa falsa acusadora, además de enferma mental (sin ánimo de insulto), y lo digo en el sentido estricto de la expresión, porque así se demostró en el juicio. Amiga suya a quién por cierto, aún no he denunciado por denuncia falsa porque realmente ella es una víctima de usted. Pero lo más grave es que utilizase a Xavi, nuestro hijo. No resultó fácil perdonarle, pero lo he logrado. 

Pude perdonarle que a principios del 2012 ayudase a preparar la denuncia de agresiones y violaciones a su amiga. Fue duro poder leer y ver como le decía a su amiga ¡como debía denunciar!: que actitud debía tener para ser creíble en su denuncia, la forma, gestos y actitud que debía tener en su declaración e incluso como debía decir que mi hijo mayor no estaría en casa (cosa falsa) para que no fuese testigo a mi favor. Leí como pidió a su amiga que le nombrase en su denuncia para que le sirviese a usted esa misma acusación en aras a usarla en el proceso de Custodia de Xavi que por esas fechas me interpuso. Y fue rocambolesco que planteara, junto a su amiga, que yo le había amenazado a usted de muerte en sueños mientras yo dormía. Y es que verlo por escrito como lo preparaban da vergüenza. Ver también que entraron en mi correo electrónico, ver como decían que fueron a robar a mi casa porque aún sabían la forma de entrar para quitarme cosas personales como fotografías. Ver como escribían sobre la forma de poder matarme, bien en un accidente en moto o envenenándome con medicación. No es fácil perdonar todo eso, pero lo hice a nivel moral.

Y tengo que perdonarle por denunciar a mi hijo mayor (y a mi) de entrar en su correo electrónico y sentarle en un banquillo, cuando como se demostró y la propia fiscalía le recriminó a su abogada, nunca lo hizo. Porque ese correo electrónico solo era el que estaba asociado a la Xbox de mi hijo. El chaval solo quería jugar con su máquina, y usted lo conoce bien, y lo que usted haga con su vida señora Gloria, créame, le importa nada. Un chaval ¡tan bueno!. Porque lo ha sido siempre. Y a pesar de su inmoral denuncia logré, como prometí, sacarlo de esa situación y cualquiera donde usted le metió injustamente, para demostrar que mi hijo siempre fue inocente, como lo fui yo. Sin embargo usted si entró en mi correo personal y lo usó, conociendo temas relacionados con mi trabajo, abogados e incluso cuentas bancarias, que a su vez difundió a terceros. ¿Usted se lo reconocerá a su hijo Xavi, que también es mi hijo, mirándole a los ojos?. Yo le he perdonado.

Y he perdonado las muchas decenas más de denuncias, que no nombro por ahora porque sólo he referido lo que principalmente tenía que ver con Xavi.


¿Y qué es lo que le llevó a alejarme de mi hijo a pesar de haber perdido todos sus intentos de manipular la verdad a través de denuncias falsas sobre mi persona?:

Quedaban pocos días para celebrar el juicio de modificación de medidas que usted solicitó allá por el año 2013 (usted había perdido importantes "cartas de juego" para lograr alejarme de Xavi a través de denuncias de género, porque fui absuelto de todas ellas), pero ocurrió el asunto de un supuesto maltrato a Xavi. Que el juez, a pesar que todos los médicos hablaban de agresiones por parte de usted, sin embargo se dejó llevar por un informe de Servicios Sociales de su localidad de Onteniente (con los que yo no me relacioné nunca por no ser mi localidad de residencia) que propuso llevar a Xavi a un Centro de menores. Allí y solo al cabo de 2 meses, una actuación indecente de la Policía en el Centro de Menores donde hicieron declarar a Xavi modificaron su versión inicial. Y lo lograron bajo apercebimiento de que el niño tenía que decir la verdad (la que esa policía ruin había elegido) y leyéndole sus derechos (10 años tenía entonces) le tomáron esa declaración forzada en el momento que, tras presionar previamente al niño, tuvo que cambiar su inicial relato por el que esperaban de él. Es el clásico efecto de la profecía cumplida, y lo consiguieron, a base de reforzar la idea de que cambiando el relato y los culpables el menor saldría del Centro. Y asi fue, Xavi nos culpó a su hermano mayor y a mi, porque era la única forma de salir de aquel encierro, como le advirtieron. 

Por cierto, esa situación que se creó por ese grupo de indecentes profesionales se dirimirá en los juzgados, tanto respecto a las actuaciones del Trabajador Social que le hizo a usted un informe ad hoc, como del Psicólogo del Centro, la Policía Judicial que hizo declarar a Xavi y los Servicios Sociales que 'fabricaron' un informe falso recomendando internar a Xavi en ese Centro de Menores lúgubre e injusto para nuestro hijo.

A usted no le interesa creerlo, pero nunca maltratamos a Xavi, y nuestro hijo lo sabe. Usted pidió cárcel incluso para mi hijo mayor, que si cabe solo le entregó amor y sonrisas a su hermano, y si en algo pecamos él y yo con Xavi fue de mimarle mucho, y amarle más. Lo que ocurriese solo Xavi lo sabe, y le aseguro no como usted lo describe. Y si ahora Xavi sigue diciendo o pensando que nosotros le pegamos, no es verdad. Y nunca lo será. Más aún, cuando cambió la versión de los hechos culpándonos a mí y a su hermano, usted sabe que Xavi quería estar con ambos padres, porque como dijo en todas las ocasiones y durante los años en los que estuvo yendo al psicólogo, todos coincidieron en que su problema era tener un grave CONFLICTO DE LEALTADES, con ambos progenitores, usted y yo. Dependiendo con quién estaba decía lo que esperaban de él que tenía que hacer y/o sentir.

Si yo actúe de forma errada por ser parte junto a usted del conflicto de lealtades de Xavi, lo siento, como lo he expresado no solo en estos escritos públicamente, sino lo he dicho en sedes judiciales, y su abogada lo sabe. En aquellos tiempos donde estaba siendo abordado por decenas de denuncias falsas por su parte, me superó además la situación de ver como usted no permitía comunicarnos por teléfono a mi hijo con su padre, como usted fiscalizaba mi estilo de educación, y sobre todo en verdad creí lo que me transmitía Xavi de la actuación dañina tanto por su parte como de su familia hacia él. Por los informes psicológicos llegué a saber que Xavi hacia lo mismo, pero a la inversa, cuando estaba con ustedes. 

Recuerde, como un ejemplo, que usted llegó a venir en coche junto a su padre, hasta el lugar donde nosotros pasamos las vacaciones en la playa, y me siguió de forma oculta hasta que retorné a Xavi a su localidad de Onteniente para que tuviese sus vacaciones con su familia y usted; y sabe perfectamente lo que hicieron al llegar a la puerta de su casa; correr detrás de mí para agredirme. Todo está grabado.

Como ve, y repito ahora, he dicho que lo siento en lo más profundo por mis errores con Xavi, nunca le haría daño, e intenté protegerle, pero conseguí al igual que usted que tuviese un conflicto de lealtades interno muy intenso, y en lo que respecta mí, he sabido reconocerlo. Pero ¿puede usted decirle a la cara a su hijo y mirándole a los ojos que siente lo que usted hizo respecto a él?. Porque hoy solo he referido algunas de las cuestiones referentes a falsas acusaciones y denuncias falsas en las que usted participó usando a Xavi, pero además sabe junto a su contexto como le hablaban de mi familia y de mí (hay incluso grabaciones que lo atestiguan), y que es lo que llegaron a pedir que hiciese en el colegio contra mí, en mi casa o en la casa de sus abuelos paternos.

Xavi me adoraba, y quería a toda su familia paterna. Usted lo conoce perfectamente. Durante los 2 años que pasaron desde la última denuncia de maltrato que nos separó a Xavi de su familia paterna, usted no respetó el amor que él sentía por nosotros. Al contrario, puso todas las trabas incluso para que mi padre y abuelito de Xavi no pudiese ver por última vez a su nieto antes de morir. ¡Qué le habrán hecho ustedes a Xavi para influir en su mente!, la mente de un menor de poco más de 12 años, para que odiase a un abuelo moribundo y no lo quisiera ver, sentado en una silla de ruedas como estaba. Ese abuelito salió por última vez de casa para ir a la Psicóloga que valorara la regulación de visitas de Xavi con sus abuelitos. Montaron usted y Xavi un drama en las escaleras lamentable. ¿Qué miedo tenía Xavi, y le hacía usted expresar, para que rechazase a un anciano al que amó y ya no podía ni caminar y era la última oportunidad de ver a su nieto?. 

Debería usted reflexionar desde la perspectiva de lo que es capaz de hacer por su hijo para construir vínculos, y no sólo para destruirlos. Porque un niño, aún bajo el supuesto de no haber sido tratado bien por un PADRE y su familia, que no es el caso, NUNCA llega a ese nivel de odio partiendo del amor que sentía. Eso lo dicen los principios de la Psicología, y hasta el psicólogo del Centro de Acogida, donde estuvo Xavi internado, así lo sostuvo cuando el niño les rechazaba a ustedes. Porque un niño nunca odia en términos absolutos de todo o nada. Y usted conoce perfectamente lo que habrá hecho con la mente de Xavi para ir contra su naturaleza psicológica y hacerle crecer en odio. Un niño, ahora ya adolescente que por cierto escupió e insultó a su hermano mayor la última vez que fue a intentar verle, hace apenas poco más de 2 meses. 

¡Han pasado 4 años sin ver a mi hijo y sigue creciendo el odio dentro de su corazón!. Es antinatura. Y usted lo niega, dice que ese comportamiento es normal, que todo está en nuestras cabezas, y que él es feliz. ¡Que equivocada está! A veces detrás de una sonrisa puede haber psicópata, no lo olvide, y la mayoría de ellos se crean desde la infancia. Deseo con toda mi alma que no sea el caso de nuestro hijo.

Usted controla las redes sociales de Xavi con 14 años, y vive en ansiedad por si le localizamos. Ha estado incumpliendo la patria potestad, y en ese sentido ha hecho viajes al extranjero, matriculado en el colegio y actividades extraescolares sin mi autorización ni comunicación previa, cosa a lo que está obligada por ley. Eso sí, el dinero de la pensión lo contabiliza hasta el último céntimo. Curiosa su dignidad y la enseñanza de valores hacia un hijo, que es lo que realmente debería importar.

Reitero que le he perdonado en sus acciones bárbaras hacia mi usando a nuestro hijo, y he dicho que siento mis errores si he influido en su momento cuando Xavi sufría conflicto de lealtades, y cualquier acto que no evité al hablar estando él presente. Pero si usted no reflexiona, si no analiza los eslabones de la cadena del conflicto, no solo por mi parte, sino los que que han sido colocados por usted (yo me he preocupado por los míos), si no es honesta con los graves errores cometidos también por usted, mi perdón queda solo en lo que se refiere a mí conciencia, que está muy tranquila, pero en Xavi deja una marca muy oscura. 

Lo que no le perdono es que tenga a un menor manipulado, que no conoce toda la realidad y desconoce la verdad, y al que mantiene con la dosis de odio diarias hacia la mitad de su familia para que no sea independiente en su reflexión, y pueda estar en paz consigo mismo. 

No le puedo perdonar el daño irreparable que va a suponer la alienación de Xavi no solo en el presente, sino en su futuro. Usted sabe que tiene una familia paterna, y no olvide especialmente a sus dos hermanos. Uno de ellos tiene ahora apenas 4 años, que crece sin odio y solo con amor hacia el recuerdo de su hermano Xavi, al que niega facilitar su legítima relación. Pero algún día mi hijo pequeño verá con sus ojos la verdad, y lo que sucederá será imprevisible.

Le invito a que junto a su familia reflexionen. Nosotros lo hemos hecho. No vamos a parar de luchar hasta que se haga Justicia respecto a usted en relación a como trata el daño a un menor en su relación con una parte de su familia, la paterna. Seremos implacables desde la Justicia. Ello no nos quitará nuestra felicidad. Los momentos que le dedicaremos no serán exclusivos, pero si contundentes y continuos hasta encontrar esa Justicia. Y si usted decide en algún momento modificar su posición y afrontar el conflicto de forma justa y pensando en Xavi, estaremos preparados para junto a usted lograrlo. 

Sólo los hechos serán verdad, y nadie va a poder pararlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario