Estos días de confinamiento
querido Xavi, muchas personas se han preocupado en lo aburridos o ansiosos que
se sienten, quizás tú también cariño, y es normal. Aunque quedan apenas unos
días para poder tener la libertad de salir con prudencia a la calle.
Quizás esas personas de las que
te hablé estaban pensando más en lo que no tienen o han perdido. Y de repente
viene un niño de 4 años, tu hermano pequeño, y me dice ¡mira papi, el arcoíris!.
Miré hacia la ventana y no lo ví. Porque ¿sabes amor mío?, solemos buscar fuera
lo que muchas veces tenemos dentro. En este caso un pequeño haz de luz de
colores iluminando a media tarde la alfombra del comedor. Tu hermano se dio
cuenta de su presencia sin mirar hacia fuera. El arcoíris
estaba dentro, en nuestro hogar. Y en forma de CORAZÓN. ¿Casualidad?.
Esas pequeñas cosas que nos
crean un gran sentimiento. Sólo con la magia de la infancia se pueden
comprender. Esa mirada tierna e inocente hacia los detalles de la vida, que ¡te
dan la vida!. Eso es lo que aprendí una vez de ti cuando eras pequeño, y ahora aprendo
de tu hermano Yuri.
Feliz noche amor mío.
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