Hoy cariño
mío es un día distinto cuando me pongo a escribir frente al ordenador. No voy a
hablarte de la historia que nos separó y las barbaridades que para ello
hicieron alienadoras y maltratadoras. No. Es un momento diferente. Alguien
cercano ha partido, se ha ido de este mundo.
Y por mucho que entiendo lo que es perder un hijo, verlo desde la otra perspectiva, siempre duele. Porque además es uno de los mejores amigos de tu hermano mayor, del tete. Y no se como expresar lo que siento, porque además soy amigo de su padre, y vi nacer a ese chiquillo que ha decidido no acompañarnos más en el camino de la vida.
Y por mucho que entiendo lo que es perder un hijo, verlo desde la otra perspectiva, siempre duele. Porque además es uno de los mejores amigos de tu hermano mayor, del tete. Y no se como expresar lo que siento, porque además soy amigo de su padre, y vi nacer a ese chiquillo que ha decidido no acompañarnos más en el camino de la vida.
Hasta
las palabras se me pierden entre los dedos al intentar escribirlas. Por muy
fuerte que me ha hecho la vida, nunca he llegado a comprender la muerte. Por
muy largo y duro que fue el camino que anduve, nunca estuve preparado para
perder a una persona querida. Y cuando la perdí, nunca pude aprender para no
volver a sentir otra pérdida. Porque cada pérdida es un Universo de emociones
diferente.
¿Qué has
hecho? ¿qué te paso por la cabeza? ¿qué te punzó el
alma para dejarte llevar al más allá?. Me dueles. Me dueles mucho. Y siento más
indignación cada vez que te recuerdo por haberte marchado. Si necesitabas
fuerza ¡teníamos de sobra para darte!.
Esta
crisis del CORONAVIRUS no sólo se ha llevado miles de víctimas directas. Otras
muchas no se cuentan, como la tuya. HOMBRES jóvenes que se suicidan, que se han
hartado de perder la dignidad porque quiénes se la tenían que proteger no han
sido decentes ni responsables. Porque te dejaron encerrado en casa, sólo ante
tus penumbras y oscuridades. Con un panorama desalentador, que no es económico,
sino humano y social.
Joder
¡como me dueles!. Te han tenido que bajar de tu telaraña cosida, y que te
asfixió la vida, unos bomberos. Preguntas de la Policía, lágrimas de tus
amigos, silencios de los conocidos, y tu familia abrumada y sobrepasada por lo
que no tiene explicación ni solución, por muy tímido e introvertido que fueses.
Tu
sonrisa, tu mirada, tu ironía, tu sentido del humor especial, tu buen corazón
han volado hacia esa otra dimensión que prosigue a la vida. Sin embargo ¡cuesta
de aceptar!.
Estas
palabras tuyas decían mucho más que lo que escribiste:
|"Nada
más hay una manera incruenta de vivir: dormir"
Yo
lo he probado y funciona, las preocupaciones "desaparecen" siempre
que sepas dominar los malos sueños.|
Hubiera
preferido que siguieses soñando.
Te
echaremos mucho de menos.
Allí
donde estés, espero que seas feliz.
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