Y no iba a olvidarte amor mío Xavi, como no olvido a tu hermano pequeño Yuri, que con sus casi 5 años, llegaste a conocer al nacer durante sus primeros 3 meses.
Lo tuviste en tus brazos. Y no se si el día que leas esto creerás lo que te digo, pero después de casi 5 años, aún te recuerda. No en tu imagen, pero si te presiente, y se emociona al pensar que pudiste acariciarlo, abrazarlo y sonreirle. Y todos y cada uno de los días antes de dormirse te envía un beso al aire y te dice ¡te quiero Xavi!.
Eres ya un chicarrón Xavi, y aunque no se como es tu aspecto físico tras 5 años casi sin verte, presumo que serás guapísimo, con esa gran sonrisa y esa mirada tan preciosa que tuviste y seguro tendrás.
Como es tu hermano Yuri, guapo, bello como tú. Eso sí, con otro estilo. Tu eres moreno y corpulento, y tu pequeño hermano es alto y muy blanco. Tus ojos son marrón oscuros como las crines de los preciosos caballos salvajes en Libertad, y los de tu hermano son del azul del mar tropical.
Entre los dos formais la perfección de la naturaleza: tierra y mar, montaña y océano, libertad y alegría, pasión y fuerza, acción y paciencia.
Y por ello, siendo aún niños como sois, vuestra sangre os reclama como imanes de la naturaleza.
Mirando al mismo cielo veréis la misma luna, y en vuestros ojos se refleja la pertenencia al mismo linaje sagrado de hermandad. Eso nadie, ni tu mismo lo podría evitar.
Os deseo a los dos, a ti Xavi desde la distancia, y a tu hermano Yuri desde la cercanía, que vivais vuestro tiempo de infancia con alegría y felicidad, para construir un futuro de amor y libertad. Y que sean vuestros anhelos quienes decidan si algún día vais a estar juntos.
Os ama, papá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario