Hoy más que nunca os deseamos mi familia, incluido mi hijo Xavi y yo mismo, FELÍZ NAVIDAD, y se la deseamos a todo el mundo.
Porque hoy me suena más bella que nunca la palabra Navidad. Son tiempos en que determinados sectores ideológicos pretenden borrar la Navidad de nuestras vidas, transformarla en una mera "fiesta". De ahí que esos líderes ideológicos de la mediocridad digan ¡felices fiestas!. Y creedme, me niego a aceptarlo.
La Navidad es mucho más que una fiesta. Es un tiempo de homenaje a la VIDA, a la HISTORIA de nuestros orígenes. Es un canto a la Libertad, esos deseos tan humanos de trascender. Y no quiero olvidar, no permitiré que nadie me convenza; de que honramos la ilusión y la esperanza con el NACIMIENTO de un NIÑO, que nos recordará siempre el niño que llevamos dentro.
Es un orgullo reconocer mi formación Cristiana, como lo es la de todos los que vivimos en este querido país que es España, y en general de Europa y gran parte del Mundo, en especial nuestros hermanos hispanoamericanos. Incluso de aquellos que sólo "felicitan fiestas", está presente la influencia cristiana. La religión no es ideología, es el núcleo del reconocimiento de la fe y la esperanza, y cada confesión con sus peculiaridades.
Pero en todos los casos la NAVIDAD es más esperanza que recuerdo, es más un sentimiento de homenaje que de nostalgia. Es un camino de fe hacia el futuro, lanzándonos desde el presente con las enseñanzas del pasado. Es seguir viviendo y superando obstáculos.
En estos tiempos donde hay dolor, enfermedad, pobreza, rabia y abatimiento, más que nunca es necesario el espíritu de la Navidad siempre cargado de esperanza para doblegar las piedras que frenan nuestro camino.
Y lo que mejor representa la ESPERANZA es la INFANCIA. Por eso mi deseo de FELIZ NOCHEBUENA y NAVIDAD para todos vosotros es con la imagen de mi hijo pequeño Yuri, que resume mi amor por la familia -la presente y la ausente-, amigos y gente de bien. Porque Yuri es el espejo en el que puedo también recordar a mi hijo alejado Xavi, cuya sonrisa comparten, y sobre todo corre en ellos la mitad de la misma sangre, que siempre les mantendrá unidos. A todos ellos, mucha mucha fuerza.
Feliz Navidad con todo mi amor.
Papá.
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