1/2/21

88. Reflexión sobre el último asesinato de un hombre a manos de su mujer: “No interesa al poder feminista dar a conocer que la mujer también lleva la maldad humana”.

 


La gran mayoría de medios, sobre todo los televisivos y subvencionados por el Estado, han silenciado un nuevo asesinato hembrista de un hombre que ha sido acuchillado por su mujer. 

Ni un solo tuit ha dedicado el presidente Pedro Sánchez, o la propia Ministro de Igualdad Irene Montero, que siempre anuncian cuando han un asesinato de una mujer por un hombre. Hace pocos días una niña de 2 años era asesinada por su madre, y tampoco citaron la noticia. De hecho, llevamos este año 2021 más muertes en el ámbito intrafamiliar por asesinatos cometidos por mujeres que por hombres, y ningún colectivo feminista se ha puesto las manos a la cabeza como “supuestos adalides de la igualdad”.

El último asesinato de un hombre por una mujer ha supuesto que la Policía Local de Viladecans haya detenido esta noche pasada a una mujer de 37 años por el asesinato de su pareja sentimental, a quien ha atacado con un cuchillo. La mujer ha sido entregada a los Mossos d'Esquadra, que se encargan de las investigaciones. Esta es la noticia en cuestión (ver enlace 1):

 

La mujer presentada como víctima es un negocio para asociaciones que viven de dinero público. Las mujeres han matado a lo largo de la historia al igual que el hombre. Las mujeres no son seres inofensivos, sólo que la forma de matar y las motivaciones para hacerlo son diferentes en hombres y mujeres.

La primera causa por la que una mujer mata es por el lucro económico, por dinero. Quiere obtener un bien material, asesina para conseguir algo. Las mujeres, además de tener una motivación monetaria, también, como segunda causa de crímenes con muertos, son las emocionales: venganza, celos, envidia, odio puro, o simplemente, quieren quitar un obstáculo que le impide prosperar en sus vidas y les supone una carga para sus metas. La mayoría de asesinatos y homicidios cometidos por mujeres se hacen a través del método del envenenamiento o del acuchillamiento. Las mujeres no pueden utilizar la fuerza para matar, por ejemplo, al hombre, y es por eso que han desarrollado este tipo de maldad fría y vengativa. Pueden dormir con su marido, mientras están pensando en cómo matarlo.

La mujer presentada como víctima es un negocio para organizaciones, asociaciones y partidos políticos que viven de la subvención y el dinero público. Si empezamos a contar que el sexo femenino es igual de despiadado que el hombre y también es victimaria, acabamos con su chiringuito. Hay mucho dinero en juego. Pero siempre se empatiza si es una mujer y se busca qué fue lo que la llevó a matar al marido. Se escucha aquello de "él se lo merecía, así la tendría”. No interesa a los grupos de poder financiados por el Estado dar a conocer que la mujer también lleva con ella la maldad humana (Paz Velasco de la Fuente. Abogada. Criminóloga).

 

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