Como todas las leyes ideológicas feministas y especialmente de la izquierda, con la participación cobarde de algunos partidos de la derecha, carece de sustento empírico alguno.
Eso sí, le dan un nombre muy atractivo que expresa justo lo contrario a lo que defenderá, que será vulnerar aún más los derechos fundamentales de los hombres amparándose en una supuesta libertad sexual que sólo el feminismo coarta.
La ley parte de la base de que todo hombre, por el mero hecho de ser hombre es un violador en potencia, y le corresponde a él demostrar su inocencia en caso de denuncia de abuso / agresión sexual.
Por supuesto, como ley sexista simplemente ni considera que un menor (mucho menos un hombre) pueda ser objeto de abuso / agresión sexual por una mujer.
La ausencia de consentimiento para mantener relaciones sexuales ya era un delito contemplado en el código penal. No existe legislación alguna en el mundo, ni ejemplo en el derecho comparado de nuestro entorno que invierta la carga de la prueba (que de hecho, en la práctica, ya se hace) en las denuncias contra los hombres.
Esta ley liberticida lo que hará será socavar aún más la presunción de inocencia de los hombres.
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