30/5/21

115. Fuerza y concentración

 


Querido hijo mío Xavi, hoy quiero mostrarte lo que siento por tu hermano, en un día tras venir de practicar Kung fu.

Es que no puedo aguantarme de decirlo al mundo entero, Yuri,  ¡es tan bonito!. Y lo mejor: aprende rápido los valores buenos para vivir. No solo es un niño guapo, dulce e inteligente...ya se puede ver que se desarrolla como una buena persona. Y me llena de orgullo poder caminar a su lado, junto a su mamá, su hermano mayor y la familia que nos ama. Es un privilegio que por fin puedo disfrutar compartiendo el amor de nuestro hijo con el amor de mi vida, Kate.

¿Sabes Xavi? Dadas las experiencias de papá con la familia, el hecho de poder educar y compartir la vida en el desarrollo de Yuri con su mamá ha hecho más fácil involucrarnos de una manera solidaria y cómplice para poder ejercer de padres.

Uno de los aspectos que me encandilan de tu hermano es como puede conjugar la fuerza emocional y la concentración. Es un hecho que puede verse en muchos aspectos de su vida, pero en el Kung Fu ambos elementos son necesarios para evolucionar. Y tu hermanito es fuerte, como una roca, fluido para aprender como el agua, y capaz de concentrarse en lo que está aprendiendo con el enfoque de un gato cuando quiere cazar a su presa. Así nos lo transmite su profesor. Y cuando consigues ir controlando la fuerza y la concentración, eres capaz de conseguir cualquier reto vital.

Deseo que todo lo que logre en la vida sea aquello que le haga ser mejor ser humano, y entre su esperanza está encontrarte a ti como hermano, sea cuando tenga que ser.

Gracias Yuri...te quiero. Gracias Xavi por leerme cuando lo hagas, porque… te quiero.

 

Papá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario