Estos días estamos asistiendo a un linchamiento de los padres varones por ser hombres por parte del feminismo mediático y político. Y el caso es que se han producido dos casos dramáticos, porque se trata del crimen de unas niñas inocentes, donde cambia el sexo del agresor.
En el primer caso dos niñas han sido asesinadas por su padre en Tenerife, y en el segundo caso otra niña, de quién nadie sabe su nombre, ha sido asesinada por su madre en Sant Joan Despi (Barcelona). Sin embargo el bombardeo mediático y ataque a los hombres como padres se ha producido politizando de forma intensa y ahondando en el caso del crimen de las niñas de Tenerife, y poco o nada se ha dicho del crimen de Barcelona. Ello obedece a razones ideológicas que pasamos a continuación a explicar.
Toda la politización que se ha llevado a cabo desde los medios, en especial dando voz a las iniciativas feministas del Gobierno -encabezadas por Irene Montero, desde el Ministerio de Igualdad-, ha llevado a hablar de la llamada por el Feminismo “Violencia Vicaria”, que desde la perspectiva de género la vienen a definir como un acto de violencia por parte de un hombre hacia una mujer usando los hijos para causarle daño a la madre (nunca viceversa, según el feminismo).
Veamos, ¿acaso cree el feminismo que la sociedad desconoce que hacer daño al otro progenitor no es patrimonio ni de hombres ni de mujeres y que ambos pueden instrumentalizar a los hijos para causar dolor? No, la sociedad no es tan ignorante. Pero sin embargo el Feminismo niega ideológicamente la posibilidad de que las madres, por ser mujeres, puedan llegar a causar dolor a un padre, por ser hombre, y van más allá, negando y prohibiendo por ley la existencia del concepto de “Alienación Parental”, que definía la posibilidad de que cualquier progenitor -hombre o mujer- pudiese instrumentalizar a un hijo para dañar al otro. Sin embargo, desde el feminismo se inventan el término que acuñan como de “Violencia Vicaria” para enfatizar que únicamente los hombres pueden usar a los hijos para causar daño a sus madres. Por lo tanto ya se parte de una premisa falsa. Porque todos sabemos que tanto padres como madres pueden dañarse mutuamente, y pueden maltratar a un menor.
¿Habéis escuchado decir o hablar estos días acerca de la noticia en algún medio televisivo del asesinato de Yaiza, la niña de 4 años asfixiada hasta la muerte por su madre? ¿habéis escuchado hablar de la tan cacareada "Violencia Vicaria" para hacer daño, en este caso de la madre al padre? No, ni lo escuchareis. Pero el hecho se ha producido, y curiosamente en fechas próximas a los asesinatos de Olivia y Ana en Tenerife:
Ver artículo 1: Una madre asesina a su hija de 4 años para hacer el máximo daño a su padre
La Generalitat Catalana no ha llevado a cabo ningún minuto de silencio en recuerdo de Yaiza, la niña de 4 años asesinada por su madre en Sant Joan Despí, para hacer el máximo daño posible al padre, según ha confesado la propia asesina. El padre y la familia de Yaiza han lamentado la poca atención y apoyo que han recibido de las instituciones, ya que no ha habido "ni un solo gesto público" de solidaridad.
La mujer -que intentó suicidarse después de acabar con la vida de la pequeña- quiso vengarse de su marido por no volver con ella. El titular del juzgado de Instrucción número 7 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha acordado prisión provisional, comunicada y sin fianza para ella, tras confesar haber ahogado a su hija de 4 años con una bolsa en su domicilio de Sant Joan Despí (Ver video 1).
Ver Video 1: Asesinato de la pequeña de 4 años, Yaiza, por su madre
Y aunque han sido pocos los medios que han sido críticos con las posiciones feministas, asistimos en el siguiente video 2 a una lección de sentido común y de humanidad de la política Malena Contestí que responde de forma contundente a los manginas periodistas de Mediaset, como su presentador Joaquín Prats, y los correveidiles social-comunistas de Javier Ruiz (La Ser) y Manuel Rico (Infolibre).
Ver Video 2: Lección de sentido común de Malena Contestí al periodismo feminista
Los periodistas manginas antes citados defendían las tesis feministas del Gobierno, encabezadas por la comunista Irene Montero desde el Ministerio de Igualdad, que han usado el drama del asesinato de las niñas de Tenerife para hacer propaganda de su ideología de género, desde un ataque cruel al hombre, refiriendo que la violencia tiene el "género de la masculinidad", e incluso usando el dolor de la familia de las niñas asesinadas y de las víctimas para defender de forma soez a delincuentes como Juana Rivas, condenada por maltrato y secuestro infantil, pero que es blanqueada y justificada en sus delitos tratándolas como "madres coraje" contra "padres maltratadores", por el simple hecho de ser mujeres.
Malena Contestí ha estado prodigiosa ante el ataque feminista hacia "los hombres heterosexuales" por parte de los periodistas manginas referidos, que solo seguían haciendo política de lo que ellos denominan la "Violencia de Género o Machista" e instrumentalizaban el caso de las niñas Olivia y Anna asesinadas por su padre en Tenerife. La política, ex de VOX, ha dejado claro que no se trata de instrumentalizar el dolor, ni hacer política con ideología, sino que se trata de un acto perverso de un monstruo concreto, que no es ni padre ni hombre. Que la violencia ¡no tiene género!, y por ello les ha hecho a todos estos periodistas hipócritas una pregunta ¿por qué silencian que la mayoría de filicidios lo son por las madres?. Ninguno de los periodistas preguntados ha dado respuesta a la cuestión, y han seguido su hilo argumental político e ideológico en aras a hacer más duras sus conclusiones si cabe en apoyo a las perversas y discriminatorias Leyes de Violencia de Género contra los hombres heterosexuales y padres.
En nuestra opinión, de esta forma discriminatoria hacia el hombre desde la que el Feminismo quiere plantear el problema de la violencia no se va a poder resolver ni siquiera afrontar el problema real. Sencillamente porque son múltiples y diversas las causas y más complejas y poliédricas las soluciones para la violencia. Pero si se pretende afrontar de verdad el problema de fondo, es necesario hacerlo desde un planteamiento CIENTÍFICO y objetivo de las múltiples causas que engendran violencia -psicológicas, sociales, culturales, legales, de consumo y adicciones, de perversidad y moral, etc...- y no solo simplificar con la IDEOLOGIA feminista o perspectiva de género una realidad que es mucho más sutil y compleja.
De hecho nos hacemos la misma pregunta que la política Malena Contestí ¿porque el Feminismo mediático y político oculta que se tienen datos objetivos que confirman que el 75% de los niños asesinados lo son por sus madres? ¿porqué solo refieren el 25% de los casos de niños asesinados por sus padres en sus estadísticas ideológicas de género que computan desde el 2015? (ver artículo3).
La respuesta a la pregunta anterior implicaría abandonar la tesis de la ideología de género para abordar el problema de la Violencia, y no prohibir realidades incuestionables como la Alienación Parental o discriminar al hombre ante las leyes penales de género. Y se debería afrontar la realidad de la Violencia estudiando sus raíces de forma científica sin sesgo ideológico ni discriminación alguna -positiva o negativa, porque toda discriminación en el ámbito penal es injusta-. Y reconociendo una realidad fáctica: las madres asesinan más a sus hijos que los padres (ver artículo 4), porque ocultar estos datos no es útil para resolver el problema de la violencia.
Artículo 4: El 70% de los Filicidios lo comenten las madres
Sin embargo los medios y los políticos deciden ocultar esta realidad. Un caso grave lo supone la Ministra de Igualdad Irene Montero (ver artículo 5), por hacer política de un asesinato de dos niñas para reafirmar sus falsas tesis de género, invisibilizando, el asesinato de una niña de 4 años como Yaiza, y relacionando el asesinato de las niñas de Tenerife para apoyar a una delincuente y maltratadora, condenada por todos los tribunales españoles e italianos, como es Juana Rivas, ya en prisión aunque saldrá de forma inminente.
Alvise Pérez, reconocido politólogo, se ha expresado en las redes sociales (ver video 3) con una rotunda crítica a la instrumentalización política del Feminismo cuyos argumentos compartimos en su totalidad, y criticamos las afirmaciones que ha realidado Irene Montero, desde el Gobierno y sus medios afines, del drama del asesinato por su padre de las niñas Olivia y Anna, ocultando que en esas mismas fechas se ha producido también el asesinato de Yaiza, de 4 años, pero esta vez por parte de su madre.
Ver video 3: La Violencia no tiene género y es compleja que asignar un sexo como causa
Quiero dejar una cosa clara antes de concluir este artículo. El término acuñado desde el feminismo de la llamada “violencia machista” es un concepto ideológico que tiene cierta finalidad perversa, y que todos sabemos. Cuando nos atrevemos a negar esa terminología, como hacemos nosotros, no estamos a favor del asesino o del maltratador cuando es un varón, sino que simplemente no queremos ser cómplices del feminismo y de su señalamiento al hombre. El maltratador no mata porque sea mujer su víctima sino porque es su pareja. Si fuera lesbiana la mujer que asesina a otra mujer ¿porque no se le dice que se le mata por ser mujer? Porque ahí entran igualmente los celos, la posesión y quizá enfermedades mentales y problemas de dependencia. Y no olvidemos, que los asesinatos de mujeres hacia hombres, mayores y niños también se producen.
Respecto a los asesinatos de los propios hijos, por padres o por madres, se trata de un concepto definido en el término de parricidio, o sea, son actos violentos en los que se asesina a un hijo. Luego podemos hablar también del término del infanticidio, que es cuando se asesina a un niño o un recién nacido sin tener ningún tipo de parentesco, y pueden realizarlo tanto hombres como mujeres.
Es lamentable que a estas niñas de Tenerife, Olivia y Anna, ni les dejen ser victimas de un asesino que en este caso era el padre, pues ponen en el centro del debate sobre su muerte violenta a la madre por ser mujer, y eso dice mucho de las intenciones del feminismo. Para el feminismo la victima siempre ha de ser la madre aunque hayan sido asesinadas estas niñas. ¿Verdad que es repugnante?. Y mucho más repugnante cuando en los casos donde es la madre la que asesina a sus hijos, como es el suceso de la pequeña Yaiza, ni siquiera lo nombran, invisibilizan a la víctima y ocultan el dolor del padre y su familia.
Pues si amigos, pueden llamarnos negacionistas por creer en la criminología, en la ciencia y en una justicia ciega y libre de la ideología del feminismo, por empatizar con el dolor de todas las víctimas sean mujeres, hombres, mayores o niños. Por mantener que la violencia no tiene género, y de formas diferentes y en contextos distintos puede ser causada por mujeres u hombres, con una u otra orientación sexual, raza o ideología.
¿Que nos llamen negacionistas por no querer volver al medievo y portar antorchas junto con la masa feminista para criminalizar a unas personas por su sexo, en este caso a los hombres?. En realidad son esas hordas feministas las realmente negacionistas al ocultar un lado de la violencia que existe y es muy doloroso.
Como hemos ya citado, hace dos semanas una madre envenenó y ahogó a su hija de 4 años, con una bolsa de plástico por venganza a su ex pareja para causarle el mayor daño posible. Tenía nombre, aunque no nos lo hayan dicho en los medios al igual que han hecho con Olivia y Anna, y se llamaba Yaiza, y nadie le ha hecho caso, ¿por qué? Porque quién la asesinó era una mujer, y era su madre, y eso al feminismo no le interesa que se visibilice, más bien lo oculta y si acaso dirá que es porque tenía problemas mentales o por culpa del hombre, ¡quién sabe!.
Nosotros, que perdonen los que asumen lo políticamente correcto en temas de violencia, pero no participamos de este miserable circo feminista.
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