¿Qué es más bello hijo mío? ¿el amor perdido o el encontrado?
Aún soy ingenuo en lo que se refiere al amor, y sigo aprendiendo,
y hago las preguntas sacadas de una canción o de una poesía.
Esta duda me supera y me hace flaquear, amor mío.
¿Encontrar o perder? No puedo decirlo.
Un padre alejado de su hijo no puede saberlo,
Porque le falta el amor más inocente y puro, el de ser padre.
y tal vez a ti te ocurra como hijo huérfano de padre en vida.
Porque nos falta el primer amor, el de uno de tus hijos, o el de uno de tus padres.
De ahí viene mi torpeza, mi ingenuidad, y quizás la tuya hijo mío.
Me dijiste una vez: papá siempre estaré a tu lado,
Eso amor mío, es amor perdido.
Por eso nunca he dejado de preguntarme, desde ese día que te arrancaron entre mis piernas,
¿Dónde habrás estado? Y ¿Dónde estarás ahora?
Y tú, brillo incandescente de mi paternidad malgastada,
¿lo has perdido o lo has encontrado?.
No lo sé, y tal vez nunca lo sabré.
Ni si quiera te conozco ahora como eres, hijo mío.
Y no tengo la respuesta, pero me gustaría imaginármela así:
Al final, amor mío, no tenemos elección.
“Tenemos que encontrar el amor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario