El feminismo es una ideología supremacista totalitaria ginocéntrica de odio y profundo desprecio al sexo masculino.
La peligrosidad de cualquier ideología es que ofrece a personas mediocres, resentidas y débiles de mente, explicaciones muy sencillas a problemas muy complejos, en los que absolutamente toda la culpa y responsabilidad siempre es del otro, el colectivo culpable al que se debe odiar, perseguir y hostigar.
En el nazismo eran los judíos, en el comunismo eran las clases burguesas e intelectuales, y en el feminismo son los hombres.
Afortunadamente muchas mujeres, madres de hijos varones, segundas parejas, abuelas, tías, hermanas, primas y amigas... se dan cuenta de cómo el feminismo se emplea como herramienta política para manipularlas y captar su voto, sin importar vulnerar los derechos más fundamentales de los hombres.
Hoy, los mayores activistas a nivel mundial en la defensa de los derechos humanos de los hombres, y de una IGUALDAD REAL, son precisamente mujeres, que han dicho: no necesito al feminismo. Los hombres no son nuestros enemigos, sino nuestros compañeros de viaje.
Así como el Feminismo solo mira de forma sucia y criminalizadora al hombre, las mujeres de verdad lo contemplan como personas que ayudan y protegen ante los criminales. Y así ha sido a lo largo de la historia. Muchas mas vidas masculinas se han entregado por salvar las femeninas que por dañarlas.
Porque es un hecho que los hombres, en su actividad personal y profesional, ofrecen mucha más seguridad y apoyo a la mujer que la violencia distorsionada y sesgada que contabiliza y manipula el Feminismo.
Los hombres no matan ni violan a las mujeres, lo hacen los delincuentes y son minoría (ver video 1). Los hombres las protegen y ayudan de ser atacadas por delincuentes. Preguntemos sobre estadísticas de criminalidad hacia la mujer y comparémoslas con las estadísticas de ayuda y protección por hombres (policía, bomberos, médicos, amigos, familiares....).
Gana por goleada el apoyo de los hombres a las mujeres sobre la violencia.
¡Que no os engañe el Feminismo!.
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