19/9/21

128. La Historia Real de tres casos sangrantes de maltrato a padres alejados de sus hijos por ser hombres

 


En este artículo vamos a relatar tres historias, de las miles que cada día se producen en nuestro país, relacionadas con el maltrato institucional, judicial, policial y social que reciben muchos padres al alejarles de sus hijos por el mero de ser hombres, muchos de ellos denunciados falsamente y desprotegidos ante la justicia.

El primer caso es el de Iván, un padre abnegado por su hija, que está pasando un verdadero calvario de denuncias falsas y crueldad por parte de su ex, y lo que es más importante de la justicia, y como ahora veremos de los agentes de autoridad, en este caso Guardia Civiles, que de forma negligente han sido jueces y ejecutores de un episodio insólito:

Ver artículo 1: Maltrato y denuncia falsa de la madre y la Guardia civil a un padre que grabó las agresiones en espacio público a una hija que se negaba a marcharse con la progenitora

“El pasado 2 de septiembre en Boadilla del Monte se produjo un incidente en la vía pública que para quienes lo vieron pudo quedar en una mera disputa entre padres separados. Sin embargo, lo que pasó aquella tarde entre Iván, el padre, la madre y la hija de ambos merece ser contado al detalle, no sólo porque sea la consecuencia de una década de disputas entre un matrimonio roto, sino porque un vídeo de más de cinco minutos de grabación ininterrumpida pone de manifiesto que el papel lo aguanta todo. Hoy, el hombre que grabó el vídeo tiene una orden de alejamiento de su ex pareja y le ha sido suspendido el régimen de visitas con su hija. El hombre acabó detenido por grabar una auténtica batalla entre su ex mujer y su hija en la vía pública, y en la que el padre solo pretendió defender a su hija (ver video 1).

Video 1: Un padre graba como la madre maltrata a la hija, y la Guardia Civil le detiene y oculta lo ocurrido en la grabación del incidente

Iván y su ex mujer se separaron hace más de una década, con su hija siendo una niña muy pequeña. «Me ha denunciado varias veces, siempre en relación con delitos vinculados con la violencia de género, pero sobre todo por lo que ella consideraba coacciones, y no he sido condenado ni una sola vez», explica Iván a este periódico en lo que parecen unas declaraciones sinceras, pero que languidecen con la documentación que obra en poder de este diario. Veamos las falsas diligencias que escribe la Guardia Civil, montando una denuncia falsa contra un padre que solo quiso proteger a su hija con una grabación:

Para empezar la diligencia de detención de este padre, fechada pasada la medianoche del 3 de septiembre en el cuartel de la Guardia Civil de Boadilla del Monte. La redacción del documento es contundente: «El presunto autor, conocedor de que la hija que tiene en común con la víctima, debía estar en casa de la madre a las 19:30 horas, según la sentencia de un juzgado de Móstoles, impide en el lugar de los hechos, que la madre coja a su hija para llevarla a su domicilio, interponiéndose entre madre e hija con los brazos extendidos y empujando a la víctima con el pecho, mientras éste gritaba que ella no iba a tocar a su hija».

Según el atestado de los agentes nos encontramos ante un delito de «coacciones en ámbito familiar, violencia de género». Para culminar lo anterior los agentes aseguran que se han valido de «la manifestación de la víctima en el lugar de los hechos, un parte médico de la víctima, fotografías, declaraciones testificales y una rueda de reconocimiento». Demoledor, sin duda, de no ser por tres elementos obviados en el atestado que explicaba por qué se había detenido al hombre en presencia de su hija.

La Guardia Civil no valora el vídeo de más de cinco minutos grabado por el padre de la menor que reproduce este periódico íntegramente. Tampoco explican que Iván no estaba en la escena  (ver video 1) en el momento de comenzar la discusión. Consciente de la mala relación con su ex mujer el padre decidió no acompañar a su hija hasta la puerta de la casa de su ex. Les pidió el favor a sus padres, personas mayores, mientras él esperaba en el coche a varias decenas de metros de distancia. El problema es que ni Iván, ni sus padres ni nadie se oponen a que la niña de 11 años se vaya con su madre. Es ella, la menor, quien opuso real resistencia a marcharse con su madre. Sólo cuando la situación se volvió insoportable el hombre detenido decidió bajar y asistir a la escena en la que estaba sufriendo su hija de cerca para grabar todo con su teléfono móvil.

¿Quién avisó a la Guardia Civil?

Hay otro dato para tener en cuenta en esta historia. ¿Quién estaba en ese intercambio de la menor? Su madre, su tía, un tío por parte de su familia materna, los abuelos paternos y el padre. ¿Quién decidió llamar la atención de una patrulla de la Guardia Civil que pasaba por la zona? Petri, la abuela, la madre del presunto maltratador, convencida de que su nieta debía ser inmediatamente protegida de una situación que la estaba poniendo al límite de sus jovencísimos nervios. Pero de eso nada dice el acta de detención del padre.

Al día siguiente de ser detenido Iván fue puesto a disposición del Juzgado de Violencia sobre la mujer número 1 de Móstoles. La juez, en aras de proteger a la denunciante, la ex mujer de Iván, decidió imponer una orden de alejamiento a Iván de 500 metros además de prohibirle comunicarse con ella por cualquier medio. También decidió suspender el régimen de visitas con su hija quien quedaba reintegrada íntegramente a la madre, quien ostenta la guarda y custodia. Tales medidas debían sustentarse en argumentos muy sólidos.

«Tales indicios se desprenden (dice la juez en su auto) de la declaración de la denunciante y de su hermana, quienes relatan que el investigado junto a sus padres trataban de impedir que la hija en común de ambos volviera al domicilio materno, retrasando la entrega, dando instrucciones a la menor para que no entrara en casa y grabando con móviles las reacciones de la menor con su madre». La juez tampoco hace alusión al vídeo al que ha tenido acceso este periódico y cuyas secuencias se parecen muy poco a lo descrito en los documentos. Por cierto, la madre de la niña asegura que ésta es víctima de alienación por parte del padre y sus abuelos. Este periódico tiene en su poder una carta escrita por parte de la niña al padre. «Lo que has hecho no lo hace cualquiera por su hija papá», les escribió la chiquilla a Iván.

Es sólo una frase de una carta de dos páginas, pero la cuestión es: ¿por qué la niña le escribió a su padre? Porque a unos guardias civiles no se les ocurrió mejor idea en medio del ataque de nervios de una menor de edad que llevarse detenido y esposado a su padre. La niña garabateó unas frases que le entregó a sus abuelos para que se la dieran a su padre. Todo lo anterior son los hechos, documentados en cada fase del suceso. Nadie había podido ver en vídeo lo que cuentan los papeles. Desde hoy ya pueden hacerlo y sacar sus propias conclusiones.

El segundo caso es el de Roberto, un padre que se viene abajo en su día de cumpleaños porque la madre le ha vuelto a impedir nuevamente estar con su hija. Las lágrimas de un padre destrozan el relato victimista del feminismo que le aleja de su hijo (ver video 2).

Video 2: Un padre llora la ausencia de su hija en su cumpleaños por impedimento materno

Siempre es duro ver llorar a quién es un justo inocente de un problema, como este padre que llora la ausencia de su hijo en su cumpleaños.

Pero el problema de fondo es que cada lágrima de dolor que desprenden los ojos de este hombre es un puñal metafórico en la vida de cada padre e hijo alejados por la actitud ideológica, política y judicial de un sistema social controlado por el Feminismo que discrimina a los padres varones por el mero hecho de ser "hombres", a sus hijos que les deja sin derechos a convivir y ser educados en igualdad ante mamá y papá, y fomenta una sociedad del odio al hombre imposible de ser considerada democrática.

Y el tercer y último caso es el de un padre, anónimo para proteger su identidad, que pertenece a la Asociación de Hombres Maltratados.

Imagen 1: Padre alejado de su hijo discapacitado con Asperger

La madre siempre se ha caracterizado por tener un carácter agresivo y dominante. La policía ha tenido que interceder en sus conflictos en varias ocasiones, ha agredido a su propia madre, e incluso para con el niño tenía un método de educación estricto que rozaba lo violento.

Sin embargo, nunca se imaginaron que la personalidad conflictiva de "M" pudiera llegar a estos límites. Un día de este verano, "E", "M" y la tía paterna, se involucran en una discusión, en la que ella termina agrediendo a "E" con puñetazos y golpes.

La agresión se dio en un espacio público y con el niño de 5 años de testigo de la situación. El padre acaba herido. Esa misma noche, "E", el padre, radicó la denuncia contra la que, hasta ese entonces, era su mujer, acompañada de un parte de lesiones de ese mismo día.

Tras un juicio rápido en primera instancia, la jueza CONDENA a la madre por las agresiones hacia su pareja, le interpone una orden de alejamiento contra el padre y... LE OTORGA LA CUSTODIA DEL NIÑO A LA MADRE. LA AGRESORA.

A efectos prácticos, esto supone varias cosas: El padre (la víctima) debe abandonar el hogar familiar y dejar a su hijo en manos de la madre (la agresora). El hombre se ve obligado a volver con sus padres, que viven a 300 km. del que era su hogar hasta que se aclare el asunto con el recurso a la sentencia. Y por si esto no era suficiente: La jueza no establece punto de encuentro. Decide que las entregas del niño deben realizarse en el hogar familiar. Es decir esta víctima, el padre, cada semana tiene que viajar 300 km. junto con un familiar para que haga la recogida del niño, debido a que, por la orden de alejamiento (que debe cumplir ELLA), ÉL no puede acercarse al hogar.

Mientras a un padre que sólo ha sido denunciado se le suspende inmediatamente el régimen de visitas, a una madre CONDENADA, le otorgan la custodia completa. ¿Os lo imagináis a la inversa?.

Como dije al principio de este artículo, los tres casos solo significan ejemplos de miles de sucesos y casos diarios que viven los padres en España, por el solo hecho de ser hombres, y tener que enfrentarse al estigma de la ley de Violencia de Género y el estereotipo de padres maltratadores, por una sociedad controlada por un sistema feminista que se ha enraizado en todas las instituciones con poder político, económico, mediático y social de nuestro país.

Creemos que ya es hora de mostrar esta realidad, y por ello seguiremos visibilizando la Oculta Violencia que se ejerce sobre los hombres y sus hijos en un contexto donde la ideología feminista está destruyendo la paz social, la familia y la igualdad ante la ley.

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