Actualmente, el Feminismo es un movimiento global que cuenta con una influencia y un poder económico enorme, hasta el punto de que es capaz de afectar a la práctica totalidad de las producciones culturales de sociedades enteras, e incluso sus leyes, en ciertos casos. Esto nos lleva a la pregunta de cómo es posible que un movimiento cuyo origen es aparentemente una revolución popular (es decir, compuesta de gente corriente) haya conseguido financiarse con un crecimiento institucional de esta envergadura.
Al año unos 10-15 niños son asesinados de media en España por sus progenitores. En el 70% de los casos la asesina es la madre. Sin embargo el Ministerio de Sanidad desde el año 2008 solo registra a los menores asesinados por sus padres, no por las madres, en una maniobra de ocultación de datos repugnante para mantener la premisa fanática de que la violencia tiene género.
Desde los medios de comunicación se suele decir que “muere un niño”, “el menor muerto” omitiéndose siempre la victimaria cuando es la madre. Se ha llegado incluso a definir como “suicidio ampliado” a la mujer que se quita la vida después de matar al menor, sintiendo empatía por esa “pobre mujer que acaba con la vida de su hijo para no dejarlo en un mundo hostil”. Jamás se habla de “violencia feminista”, “crimen hembrista”. Tampoco se dice que exista una violencia matriarcal estructural en la sociedad. Y no se hace, con lógica, porque solo alguien profundamente perturbado, enfermo de odio, estigmatizaría a 23 millones de mujeres adultas en España solo por su sexo, por los actos que comete el 0,0001% de la población.
Sin embargo, cuando un acto violento es cometido por un hombre, los observatorios de género imponen a los medios de comunicación que se califique el suceso como “violencia machista” o “violencia de género” o dejarán de recibir subvención seguido de una sanción. La única explicación que aceptan las feministas de electroencefalograma plano es que el móvil del asesino haya sido el machismo. Evidentemente no hay ningún estudio científico que lo apoye. España no es un país machista, en absoluto. En la práctica totalidad de actos violentos de ambos sexos se identifican trastornos de personalidad, rasgos psicopáticos, conductas antisociales, hábitos culturales, consumo de sustancias tóxicas o desestructuración familiar.
Sin embargo se emplea el término violencia machista porque se pretende conscientemente degradar a la categoría de macho, de bestia, de animal, a los hombres. Es sabido que en cualquier ideología totalitaria el primer paso para conseguir que socialmente se acepte la aniquilación de un colectivo es deshumanizarlo. Los nazis lo hicieron con los judíos, los racistas con los negros y las feministas llevan medio siglo haciéndolo con los hombres. La criminalización del varón les permite crear de un lado todo un aparato legislativo de discriminación sexual contra el hombre y privarlo de derechos humanos fundamentales; y por otro lado, permite presentar a la mujer como un ser de luz, noble, inocente y puro, que precisa por supuesto millones de euros del Estado (también de los machos opresores) para combatir su patriarcado.
La última iniciativa del feminismo es intentar que se considere delito aquel que niegue que la violencia tiene género. Les van a faltar cárceles.
Nosotros mantenemos que la violencia no tiene ni sexo ni género, y que una mujer puede abusar emocional y psicológicamente de un hombre (y viceversa) de muchas formas, aunque los medios y la ideología dominante del feminismo lo oculten.
En este artículo hacemos un somero análisis de algunas de las formas más frecuentes, aunque ocultas, de maltrato de una mujer hacia un hombre que pasan de puntillas los medios de comunicación:
• Lo aísla de amigos, familiares u otras personas que lo apoyan
• Aliena el afecto de sus hijos
• Minimiza el tiempo que pasa con sus hijos
• Finge impotencia o ser una Damisela en apuros
• Abdica a su responsabilidad de tomar decisiones o la de su mal comportamiento
• Lo hace sentir responsable por el abuso
• Limita/retiene el afecto
• Lo acusa falsamente de abuso (de ella o de los niños)
• Lo acosa
• Lo Stalkea/acecha
• Destruye su persona
• Lo manipula
• Distorsiona la verdad
• Lo cela sin fundamentos
• Gaslighting: trata de hacerlo sentir loco
• Tiene expectativas irracionales
• Tiene falsas promesas
• Le lava el cerebro
• Lo corrompe
• Lo explota
• Sabotea su capacidad para tener otra relación
Vamos a realizar aquí un análisis un poco más detallado de cada una de estas formas de maltrato de mujer hacia hombre:
AISLAMIENTO:
Una mujer tiene más libertad para controlar, castigar y/o degradar si lo aísla de sus amigos, familiares y personas que lo apoyan. Ella puede tratar de socavar su relación con su consejero o cualquier persona que pueda ayudarlo a ver sus abusos o a retirarse de ella.
Posibles métodos de aislamiento son:
• Crear aislamiento físico instigando a alejarse de su familia y amigos
• Mentirle sobre sus amigos/familiares para desacreditarlos
• Acusar a sus amigos/familiares de maltratarla
• Hacerle elegir entre su familia y amigos y ella
• Quejándose de que el tiempo que pasa lejos de ella es una dificultad para ella • Insistiendo en que pasa todo el tiempo social con sus amigos y familiares
• Celos excesivos
• Crear obstáculos a su capacidad para socializar
ALIENACIÓN DEL AFECTO DE LOS HIJOS
Puede ocurrir mientras la familia está junta, durante la separación o después del divorcio con la finalidad de distorsionar la realidad del niño para que se vuelva contra su padre, en un esfuerzo por controlar, castigar o degradar al papá.
Mientras la familia está intacta y viviendo junta, una mujer abusiva puede trabajar maliciosamente para socavar la relación de su pareja con su hijo, tergiversando las acciones y actitudes del padre, distorsionando así la percepción que el niño tiene de él.
Los casos más graves suelen ocurrir después de la separación o divorcio y los métodos utilizados por las mujeres abusivas empeñadas en crear un abismo entre los niños y su padre incluyen:
• Hacer creer a los niños que su felicidad depende de que la elijan a ella antes que a él
• Sabotear para evitarle pasar tiempo con ellos
• Mentir sobre él o exagerar sus defectos
• Hacer creer a los niños que él no se preocupa por ellos
• Aislarlos de su familia y abuelos paternos
• Interferir en su relación con una madrastra
• Obligarlos a mentir sobre él
Mientras que algunas mujeres se embarazan durante las citas para atrapar a su marido, otras mujeres se proponen tener una relación solo para quedar embarazadas y luego descartarlo, con la esperanza de que él se irá y dejará que ella críe al niño por su cuenta.
En este caso, si el hombre quiere cumplir el rol de padre, ella puede poner obstáculos para reducir tiempo con el niño, como:
• Librar una batalla de custodia sin sentido
• Acusarlo falsamente de ser un mal padre
• Retener tiempo con ellos para castigarlo por “irregularidades”
• Establecer condiciones imposibles para las visitas
• No tener a los niños listos cuando sea el momento de recogerlos
• No dejarlos salir a tiempo
• Inventar historias de que el tiempo programado con los niños no funciona • Mudarse lejos con ellos o incluso secuestrarlos
FINGIR IMPOTENCIA O SER UNA DAMISELA EN APUROS
Una mujer manipuladora puede sacar provecho de la expectativa cultural de que un hombre debe proteger y cuidar a las mujeres para:
• Tentar y atrapar a un hombre
• Obligarlo a hacer cosas que no quiere hacer
• Lograr que cargue con un grado irrazonable de responsabilidad por el hogar y la relación. Una damisela en apuros puede tener un atractivo embriagador: A veces, puede salirse con la suya con solo hacer pucheros o llorar, haciendo de esto una forma de arte.
ABDICAR A SU RESPONSABILIDAD
Tiene como objeto agobiar al varón al obligarlo a asumir una parte desproporcionada de la responsabilidad. Esto se puede presentar de manera tan inocua como: "No me importa", "Haz lo que quieras hacer" "Iremos a donde quieras ir".
DESCUIDO Y NEGACIÓN DEL AFECTO
Una pareja puede retener el afecto como método para extraer el comportamiento deseado de su pareja. La pareja recibe la recompensa de la atención o las demostraciones de afecto cuando hace lo que ella quiere que haga.
ACUSACIONES FALSAS DE ABUSO
Ella puede conjurarlas para castigar, degradar o ejercer control sobre una pareja o expareja. Pueden utilizarse para extorsionar acuerdos favorables; para desacreditarlo ante familiares, amigos, empleadores, clientes y adjudicadores de divorcios o para meterlo en problemas legales. Estas amenazas son mecanismos efectivos de control: Lo último que quieres es ser agrupado con gente que hace cosas que encuentras aborrecibles. La idea de tener que luchar contra un cargo de abuso en este clima cultural infunde un gran miedo.
STALKING Y ACECHO
A menudo se basa en la necesidad de controlar, degradar o castigar al acosado. Puede ser en forma de incesantes llamadas telefónicas, mensajes o emails que no paran incluso cuando él claramente le ha pedido a ella que se detenga.
DESTRUIR A LA PERSONA
Una abusiva puede volverse un ser vengativo cuando una relación acaba. Y muchos hombres han sufrido campañas de desprecio en Internet por ex's para arruinar su reputación, minar sus relaciones (familia, amigos o coworkers) y poner en peligro sus trabajos.
MANIPULACIÓN
Es siempre unilateral, asimétrica o desequilibrada en su motivación. Pueden usar un enfoque del palo y la zanahoria para recompensar el comportamiento deseado y castigar el comportamiento no deseado. Las recompensas y los castigos pueden ser obvios o sutiles.
Una mujer puede recompensar a su pareja por el comportamiento deseado directamente con sexo, dinero y sonrisas o puede recompensarlo indirectamente restringiendo temporalmente su propio comportamiento indeseable (cara de molesta, ojos de cachorrito triste, gritar, amenazar, etc)
El castigo es el precio a pagar si no se sale con la suya: falta de sexo, ley de hielo, pucheros, golpes o algo más desagradable o peligroso. Una pareja manipuladora tiene el tiempo y la accesibilidad de su lado. Puede experimentar para encontrar las técnicas para lograr su fin.
DISTORSIONAR LA VERDAD
El objetivo puede ser alterar la percepción de la situación por parte del varón o dar falsas impresiones a otras personas sobre ella o él. Con esto puede ocultar algo hecho, crear una ilusión, distraerse de la realidad, hacer verlo mal o simpatizar.
CELOS INFUNDADOS
Los celos infundados no son racionales y son obsesivos. Se trata mucho más de la persona celosa que del objetivo de los celos, ya que ella puede usarlos como excusa para controlarlo, degradarlo o castigarlo.
GASLIGHTING
Ocurre cuando alguien tuerce intencionalmente su percepción de la realidad para su beneficio (ganar una pelea, encubrir sus acciones, hacerte pensar que algo es cierto cuando no lo es o pensar que algo es falso cuando es cierto, o socavar tu confianza en ti mismo).
El gaslighting de una mujer puede tratar de convencerlo a él de que:
• Lo que vio, no vio
• Lo que dijo, no dijo
• Lo que escuchó, no escuchó
• Lo que no vio, lo vio
• Lo que no dijo, lo dijo
• Lo que no escuchó, estuvo ahí para todos
EXPECTATIVAS IRRACIONALES
Se basan en el principio de que ella es más importante que él. Lo que ella quiere es más importante que lo que él quiere. Los deseos de ella se exageran hasta convertirse en necesidades, mientras que los deseos y necesidades de él se minimizan y niegan.
Si no se cumplen las expectativas de una abusiva, puede gritar, hacer pucheros, llorar, pegar, quedarse en silencio o retener el sexo. Las expectativas irracionales a menudo contienen absolutos: siempre, nunca, todos o ninguno y pueden tener origen en la malicia y el egoísmo.
PROMESAS FALSAS
El objetivo es hacerlo creer que algo bueno va a suceder, desarrolla una anticipación esperanzada de que suceda y luego se quita la alfombra debajo de él. Las esperanzas frustradas llevan al objetivo a un nivel emocional mucho más bajo que antes de la promesa.
LAVADO DE CEREBRO
Las personas abusivas a menudo pueden poner a los objetivos de su abuso en un trance que les dificulta pensar con claridad. Los objetivos del abuso pueden comenzar a tomar las opiniones de la persona abusiva y perderse.
Los mecanismos para el lavado de cerebro son:
1. Aislar
2. Monopolizar su percepción
3. Agotarlo
4. Amenazarlo
5. Indulgencias ocasionales
6. Demostrarle superioridad
7. Degradarlo
8. Hacerlo cumplir demandas triviales
El objetivo: dañar su realidad, percepción y autoconfianza
CORROMPERLO
Crea el potencial de que él la siga ciegamente y sea indebidamente influenciado por su opinión. Su control sobre él puede hacer que sea fácil para ella persuadirlo de ir en contra de sus valores o desarrolle intereses destructivos que no aventuraría por sí mismo.
Ejemplos de corrupción:
• Hace que se involucre en drogas, sexo, juegos de azar
• Socava su sobriedad (si bebe o se droga) alentándolo a tomar o drogarse
• Corrompe su visión y trato de amigos y familia
• Hace que mienta por ella
• Manipula a un novio para dañar a su esposo
EXPLOTACIÓN
Las mujeres manipuladoras y egocéntricas pueden explotar a los hombres de muchas formas, incluida la explotación de su:
• posición
• dinero
• tiempo
• energía
• buena naturaleza
• entrenamiento masculino para ser proveedor y protector
• inexperiencia
SABOTERARLO EN SUS NUEVAS RELACIONES
Para ello, puede:
• Hacer que él sea económicamente poco atractivo arruinando su crédito, dejándolo con deudas, acumulando honorarios legales, yéndose con la mayoría de los activos o extrayendo pagos de manutención de gran tamaño extendidos
• Ser coqueta para provocar celos en su nueva pareja
• Atacar verbalmente a su nueva pareja directamente o tratar de desacreditarla con la familia, los amigos o la comunidad
• Socavar la relación de la nueva pareja con los niños
• Crear drama y caos para distraerlo y desgastar a sus nuevos socios
• Menospreciarlo en la comunidad, tratando de empañar su reputación y disminuir la probabilidad de que otra mujer lo encuentre atractivo
Esta descripción del maltrato contra el hombre por la mujer puede ser bidireccional, lo cual ocurre con alta frecuencia, pero dudad de aquella ideología, noticia o ley que pretenda convenceros de que existe un “patriarcado” y una “violencia machista”, porque es falso científicamente, y por eso dicho concepto no está aceptado desde el punto de vista objetivo, porque la violencia en realidad no tiene sexo, sino formas complejas de producirse en contextos igual de complejos en las relaciones de las personas, hombres o mujeres.
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