Son alucinantes las barbaridades que se están diciendo en el Congreso en el debate sobre la nueva Ley Feminista de Violencia Sexual de Irene Montero conocida como la ley del "Solo Sí es Sí".
De entrada La Ley del "Solo Si es Si" (nueva reforma del código penal sobre abuso y agresión sexual) va dirigida supuestamente a proteger a la mujer de delitos de carácter sexual, dejando de lado en esta protección al hombre y a mujeres en otros ámbitos de orientación sexual que quedan desamparados por la ley. Pero lo peor es la reducción al absurdo de esta Ley que Irene Montero se ha sacado de su chistera feminista para mezclar en un mismo delito el abuso y la violación, y sin necesidad de probarlo, valiendo para condenar la sola y exclusiva palabra de la mujer, y obviando la presunción de inocencia de los hombres que les deja en indefensión (ver video 1).
El anteproyecto de dicha ley feminista se constata que en el texto también se introducen mentiras con la única finalidad de justificar la necesidad de la ley. Mentiras como que "nuestra legislación ante una agresión sexual cuestiona a la víctima y no al agresor". Eso sencillamente es falso.
Una justificación que lo que busca, en realidad, es justificar la necesidad de los partidos políticos, y el feminismo institucional, que la apoyan y aprovechar para derribar al contrario ideológico, porque si otro se opone al cambio legislativo todo se reduce a que "yo defiendo los derechos de las mujeres, y ellos no".
La estrategia del feminismo de la ley se resume así:
1. Invento una necesidad ("hay delitos sexuales contra la mujer que no están reconocidos")
2. Te doy la solución a esa necesidad ficticia (Ley del “Solo Si es Si”)
3. Yo, creador de dicha solución, soy el único que te la puede dar, y por eso me debes votar
Y esto solo es del preámbulo del listado de falsedades. También se afirma que, como medida más relevante, que la ley elimina la distinción entre agresión y abuso sexual, considerándose agresiones sexuales todas aquellas conductas que atenten contra la libertad sexual sin el consentimiento de la otra persona, cumpliendo así con las obligaciones asumidas en el Convenio de Estambul" (ver imagen 1). Esto es FALSO.
Imagen 1: Preámbulo de la Ley de Libertades Sexuales
El Convenio de Estambul parece ser una vieja gloria que todo el mundo conoce pero que pocos se han leído, porque nuestro país da pleno cumplimiento en lo que respecta a las obligaciones relativas a los delitos sexuales.
Porque lo que dice el Convenio respecto de las obligaciones de derecho material sobre la violencia sexual es que hay que tipificar como delito los actos de carácter sexual no consentidos (art. 36). Y esto ya era así.
Imagen 2: Artículo 36 del Convenio de Estambul
Respecto de la conveniencia o no de englobar todos los actos sexuales no consentidos con y sin violencia o intimidación (que era lo que distinguía el abuso -sin violencia- de la agresión -con-) bajo un mismo tipo y pena, no resuelve ningún problema y sí agrava factores como la presunción de inocencia y la proporcionalidad de los castigos ante el delito.
Además, esa idea del Feminismo institucional de que todo acto sexual con o sin violencia y falto de consentimiento tiene que ser violación, junto a que la mujer es “maltratada” en los juzgados y en la declaraciones policiales, solo son ecos mediáticos y políticos que, liderados desde el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, no representan la realidad judicial ni policial, donde no solo se le tiene el máximo respeto a la mujer, sino que bien al contrario si hay una falta de respeto es hacia la presunción de inocencia del hombre. Sin embargo, en tono victimista y en el Congreso de Diputados la señora Irene Montero se atreve a aventurar como verdades estas “frases hechas” del feminismo, que obedecen más a un victimismo que a una realidad (ver video 2).
Irene Montero en este video afirma cuestiones tan melodramáticas, pero sobre todo falsas, como decir: “¿Cuántas veces las mujeres hemos escuchado estas preguntas ante una agresión sexual?: “¿Te defendiste?" "¿Qué llevabas puesto?" "¿Habías bebido?" "¿Habías consumido drogas?" "¿Ibas sola?" "¿Los conocías?" "¿Les sonreíste?" "¿Dijiste que no?".
Estas mentiras interesadas hacen creer a las víctimas reales que están ante un sistema aterrador y que no las va a proteger, porque van a ponerlas en una situación de revictimización. Y las personas violadas de verdad, bastante tienen que enfrentar como para añadirle esa sensación de indefensión que le narra la Ministro de Igualdad. Por otro lado, esta señora residente en Galapagar, no muestra ningún respeto por la justicia y el criterio jurídico fundamental en uno Estado de Derecho de la “Presunción de Inocencia”, donde la persona acusada por violación, violencia o cualquier tipo de delito deben de ser considerados inocentes mientras no se demuestre lo contrario, y hay que probar los delitos, no creer las acusaciones sin pruebas.
No me preocupa lo más mínimo ella, la señora Irene Montero, ni siquiera su Feminismo cavernario e inquisidor. Me preocupan las víctimas de agresiones/abusos sexuales que puedan pensar que, si denuncian, puedan encontrarse con bestias togadas como las que están pintando todos los días en medios y redes desde el feminismo. Y me preocupan los acusados inocentes a quienes solo se les condena por una cuestión de creencia e ideología sin respetarse la presunción de inocencia.
Y hay que hablar muy claro, en el Congreso de los Diputados de España solo existe un partido político que en materia de Violencia aboga por la Igualdad ante la ley sin distinciones de sexo y/o género, y es VOX. Y desde nuestro punto de vista, intervenciones como la de la diputada de Vox Carla Toscano críticas con la ley del 'Solo Sí es Sí' de Irene Montero, son necesarias para hacer ver lo aberrantes que son para la Justicia
Escuchen y comparen la humanidad e inteligencia de Carla Toscano (VOX), quien defiende la igualdad ante la ley y justicia real, frente a Adriana Lastra (PSOE), quien desde el feminismo victimiza a la mujer desde "el nacimiento" criminalizando al hombre, apoyando la Ley del Si es Si de Montero (Podemos) (ver video 3).
Carla Toscano nuevamente hace una intervención antológica sobre las contradicciones que supone una nueva Ley de Violencia de Género contra los hombres, y que no resuelven ningún problema a la mujer en materia de violencia sexual, como es la Ley de “Libertades Sexuales”, donde hace estas preguntas paradójicas referidas a una ley donde se pone el acento en el consentimiento expreso del acto sexual: "¿Tendrá que haber testigos en el acto sexual? ¿Un notario? ¿Habrá que decir 'sí' todo el tiempo que dure el acto? ¿A intervalos regulares, cada minuto, cada 2, cada 5? ¿Podemos decir 'sigue' o 'más'?" (video 4).
No se trata de hacer aquí campaña política a favor de ningún partido político, pues solo nos interesa y tratamos de analizar siendo críticos con una ley de Violencia Sexual que otra vez pone en el disparadero de la discriminación y maltrato institucional a los hombres por el hecho de serlo, y de ninguna forma protege a las mujeres, porque nunca van a poder frenar la maldad desde un planteamiento ideológico, y menos desde el feminismo del odio.
Todas las personas, con independencia de su sexo u orientación sexual, merecen ser protegidas de la violencia, y aplicárseles la ley en la misma forma, sea como víctimas o como agresores. Solo desde la Igualdad ante la Ley se puede hacer en verdad Justicia.
Fuentes utilizadas:
- Texto íntegro del Convenio de Estambul
- Texto del Anteproyecto de Ley de Libertades Sexuales
- Texto de preámbulo de Ley de Libertades Sexuales
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