Hola
Gloria,
Hoy me tomo el tiempo necesario para plasmar estos pensamientos en este papel. Seguramente recibir mi carta te sorprenda y lo sabré entender cuál sea tu reacción. Pero debo confesarte que es algo imperiosamente necesario hacerlo.
En primer
lugar necesito comentarte que lo que me motiva a escribir esta carta es porque he iniciado hace poco tiempo
un nuevo camino en mi vida. El cual realmente ha traído un cambio
radical a mi estado de conciencia.
Te escribo
en primera instancia con el respeto que
tu persona se merece, con la Fe absoluta de que Dios será mi intermediario en tu corazón. La razón de
esta misma es para pedirte perdón
por todo aquello que hice por acción
u omisión en mi relación contigo.
Hoy tengo plena claridad que, desde el inicio de todas mis relaciones, que estas mismas estuvieron mal, ya que no era consciente de lo que era realmente el amor. Sino que me moví, desde el inicio de las mismas, en los patrones de la pasión y las carencias afectivas. Hoy estoy comprendiendo que en realidad todos los seres humanos construimos nuestras relaciones desde estas comprensiones y las confundimos con el amor.
Hoy estoy comprendiendo que el amor, es algo completamente diferente. Y en base a todo eso cuando
entramos en vínculos
nos terminamos dañando, faltándonos el respeto. Cuando
eso, es algo que jamás debería de pasar si todos pudiéramos llegar a la comprensión
de lo que realmente somos. Por eso, en este día, necesito desde lo más profundo
de mi alma, pedirte perdón por todo el daño que mi persona te haya causado en
mi completa ignorancia. En el tiempo que nos estuvimos relacionando, sé que
ambos teníamos carencias similares.
Aun
así, la construcción de nuestra relación
no la hice con la responsabilidad y
el cuidado que tu merecías, y que después también mereció nuestro hijo. Aparecieron entre nosotros patrones de agresividad, violencia, rencor y al final Odio, que transmitimos a nuestro hijo Xavi. Y yo pido perdón
de todo aquello que hice por acción u omisión, para transformarlo y convertirlo en actitudes de respeto y honra a tu persona, y cuidado y atención hacia nuestro hijo Xavi. Pido
perdón por todo ello. Pido perdón por cada momento de tristeza que le causé a tu corazón.
Y pido a Dios, que en su gracia
y sabiduría me enseñe a resarcir todo el daño realizado en lo que este en mi mano.
Dios sabe que mi arrepentimiento es genuino. Y lo que pase con esto, que se haga su bendita voluntad, entre mis hijos y yo.
Te agradezco mucho,
el tiempo compartido, te agradezco que hayas
depositado de tu sangre para darme
un hijo. Y deseo de todo corazón que
seas inmensamente feliz, porque te lo mereces.
Con
arrepentimiento, Javier.
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