69. Carta de perdón y agradecimiento a mi mujer Kate y a mi hijo Yuri

Cariños míos, mis amores, mi mujer Kate y mi hijo Yuri:

Nuevamente acercándome a vuestro corazón y alma, para pediros perdón sobre todo lo que os pude dañar y contaminar, y en definitiva desde aquel Yo inmaduro y desligado de Dios que mantuve hasta que pude darme cuenta que por aquel camino no podía amaros como merecéis, como marido y padre de nuestro hijo Yuri. 

Vuestra belleza interior y exterior, vuestra pureza de alma, no deberían nunca haber sido contaminadas por los malos momentos que me embargaron, pero fue así. Pero como bien sabéis, empecé a caminar un nuevo camino pleno de fe en Dios y hemos conseguido guiarnos por los caminos del Amor y la Libertad. 

Perdón por no haber sabido mantener una postura de amor verdadero y sincero hacia vuestro ser, por no haber sido en ocasiones asertivo, cariñoso, amable y humilde. 

Aún a pesar de que era un niño con heridas emocionales y espirituales no sanadas, nunca debí haber tocado vuestro mundo hermoso de inocencia y pureza que tanto me enamoraron, justificándome por mis problemas familiares con mi pasado. Pero ahora cojo las riendas de mi vida, en comunión con un sistema de valores eterno, para poder amaros en LIBERTAD, VERDAD y RAZÓN. 

Y no solo quiero pediros perdón, sino daros las gracias por haber sido para mí un pilar y un sostén en este camino tortuoso que realicé, estando a vuestro lado, donde enfrenté injusticas y pecados de personas ajenas a nuestro matrimonio, y que sin embargo tuvisteis que lidiar con las consecuencias de mis debilidades para afrontarlas. 

Con vosotros he logrado ser mejor persona, significar mis potencialidades, y hacerme consciente de mis deficiencias. 

Amores míos os pido perdón por todo ello otra vez 70 veces 7, os vuelvo a dar las gracias por vuestra enorme paciencia para, a pesar de mis actos, haber continuado a mi lado buscando el camino del encuentro, de la verdad, de la libertad, de la paz. Y a ello nos dirigimos para cuidarnos el resto de nuestras vidas, y proteger nuestro amor como el mayor tesoro a proteger. 

Os amo, sois parte integral de mi vida, y ahora amo cogido de la mano de Dios, para nunca más soltarnos de ella. 

Gracias Kate, por un día haber escuchado la voz del Dios desde una tierra lejana, y haber venido hacía mí, para ser mi esposa. Gracias por disponer tu corazón a amarme y cuidarme todos estos años como lo has hecho y sigues haciendo. 

Gracias Yuri hijo mío, las gracias por facilitarme la oportunidad de ser el padre en la tierra de la criatura más bella que jamás conocí, como ya te he dicho tantas veces. Para darte las gracias por tu amor incondicional y leal, tu sensibilidad amorosa, tu paciencia y todo lo que has puesto de ti como hijo para que papá y mamá sigamos construyendo nuestro nido de amor en familia junto a ti y a todos los seres que amamos. 

Y antes de despedirme en finalizar esta carta, también hoy os abro las puertas de mi corazón, y os doy toda la autoridad para que cuando queráis me podáis hablar y escuchar como lo sintáis. Cuando veáis que no os estoy haciendo bien a vuestro corazón, sabré escucharos sin coartar vuestra libertad en expresaros sin condiciones. Y juntos en oración ante Dios, buscaremos la mejor solución en un verdadero sentir de arrepintiendo y amor. Siempre sabré respetar vuestra opinión.

 

OS AMO,

 

Javier, esposo y padre.