Queridos Papá y Mamá,
Perdón una vez mas, si quizás no lo he pedido aún lo suficiente porque no haber sido el mejor hijo posible, perdón de verdad, pero es lo que Dios os envió. Además, necesito deciros gracias por cada desvelo, por cada lagrima que habrás derramado en vuestra soledad en favor de vuestra familia, y en concreto por mí. Solo Dios conoce la esencia de vuestra alma.
¡¡Gracias!! por un día haber elegido ser mi padres en esta tierra y haber permitido
que llegara a este mundo. Sé, que en vuestra libertad
tuvisteis la opción
de haber elegido
que yo no naciese, pero elegisteis hacerlo. Gracias, muchas gracias,
por haberme dado vida de vuestra sangre, mientras me formaba en el vientre de mamá. Gracias, porque nunca me hicisteis faltar un alimento en la mesa, y tampoco me faltó ropa limpia con que cubrir mi desnudez.
A pesar de todas
las cosas madre y padre míos, una vez mas perdonadme, por cada palabra o
acción hiriente que os pude haber
dicho en mis años de adolescencia o juventud, en incluso en mi madurez. Perdonadme,
por cada sentimiento hiriente que pude haber sentido hacia vosotros, y confieso que al
hacerlo era completamente ignorante.
Con lo que me regale la Vida,
trabajaré, para compensar todo lo bien que hasta
el día de hoy no he hecho
por vosotros. Aunque papá ya no estés en esta dimensión, estás en mi recuerdos
y en mi sangre, y por ello te honraré desde mis oraciones. Y a ti mamá te llevo, gracias a Dios, presente en mi vida..
Mamá, me ofrezco a lavar tus pies, hacer masajes
a tus manos gastadas o a tu cuerpo cansado.
Perdóname mamá, por haber usado tanto años de mi vida, tan centrado solo
en mi. Perdóname. de verdad, perdóname.
Sé que Dios a los
hijos también les puso conciencia y libre albedrio de elegir amar y perdonar, o
vivir
en el odio y resentimiento. Yo, Javier Abril, hoy
estoy eligiendo amar y perdonar
con plena conciencia.
Con amor de
vuestro hijo Javier.
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