Este pasado fin de semana estuvimos en Córdoba. Mis hijos, uno de ellos con su novia, mi mujer y yo. Fuimos por una competición de Yuri en Kung-fu, y aprovechamos para ver una de las ciudades más ricas en cultura histórica de Europa, y patrimonio de la Humanidad. Ha merecido la pena, os la recomiendo.
Me acuerdo ahora del puente romano, que me causo impresión por su gran
tamaño. Fue un paseo muy agradable que me hizo sentir como si estuvieras en
otra época. Pero quizás lo que más me ha impactado ha sido la Mezquita, un
colosal patrimonio arquitectónico estilo mudejar, con una no menos preciosa
esplanada de jardines en el Alcazar, de verdad imperdible. Y sobre todo, pasear
por su casco antiguo, con una construcción hecha de tal forma que no puede
habitar el calor en sus calles, repletas de macetas con flores, especialmente
geranios. Y los patios andaluces, una verdadera hermosura.
Durante diferentes periodos de su historia, Córdoba ha sido una de las
mayores y más cultas ciudades del mundo. Fue capital de la provincia romana de
Bética. Posteriormente también fue capital de califato y una de las ciudades
árabes más importantes de ‘al Ándalus’. El casco histórico de la ciudad ha sido
declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La comida, para chuparse los dedos, y en especial el salmorejo cordobés con
berenjenas fritas finísimas. Unos pescados muy finos y buenos como el bonito y
el bacalao cordobés, y una carne asada de gran sabor y buen paladar.
Respecto a Yuri en su competición, sigue avanzando y progresando
adecuadamente; quedando tercero, pero con el espíritu del vencedor, pues quién
ganó el campeonato fue quién le había eliminado para llegar a la final, y lo
hizo con un desempate final con una diferencia de un punto. Magnífico.
Os dejo algunos recuerdos de este pequeño viaje. Si tenéis la oportunidad
de ir a Córdoba, de verdad merece la pena.
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