15/6/24

168. En un Campus de Lucha con Yuri, reflexiono sobre la ofensa y el perdón pensando en Xavi

 


¿Qué le diría a un hijo al que le cuesta perdonar?

Estuvimos este domingo 9 de Junio en un Campus de Jiu Jitsu, al que acompañamos a Yuri a entrenar. Viendo el entrenamiento sentí la necesidad de expresar un reflexión entorno al sentimiento de ofensa y de perdón que quiero compartir, pensando en mi hijo ausente Xavi.

Las personas se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo, y les cuesta perdonar.

Sin embargo las ofensas son expectativas sobre los demás que las creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias. Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, se equivocaron, no tienes por qué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo. Tus ideas son las que te lastiman.

Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo. Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación.

Te sientes ofendido porque alguien no hizo lo que querías o lo hizo mal. Y la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas y disfrútalas.

Las personas que se ofenden y no perdonan no entendieron que son sus ideas acerca de cómo deberían actuar los demás las que les ofenden. Estas ideas son producto de lo que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA va a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas. Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Cuando limpies tu visión de lentes oscuras o te las quites, verás las cosas más claras.

La perfección no existe. Ni la madre, padre, hijo, amigo, pareja perfecta solo existen los deliciosamente imperfectos.

Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? NO. Solo a un nivel intelectual. En la realidad JAMÁS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de su realidad.

Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como quieres o no piensan como tú. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.

Imagina a esa persona que te ofendió o te dañó en el pasado. Imagínate que ambos estáis cómodamente sentados. Dile por qué te ofendió. Escucha su explicación de por qué lo hizo. Y perdónala. Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres. Escucha su respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz. Te vendrá bien con aquellos de quienes no te despediste y partieron a otra dimensión. Tarde o temprano lo tendrás que resolver hijo mío.

A la luz de la corta vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices.

Es superfluo e inútil gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros, y mucho mas inútil sentir rencor o no perdonar. No puedes darte ese lujo...HIJO MIO.

 

Papá

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