Un privilegio haber podido vivir un momento de alegría como es ver ganar a tu país contra los creadores del fútbol. Y poder hacerlo en familia, y a la vez con el deseo de que esta alegría colectiva sea compartida por muchos y sirva para establecer lazos más sólidos entre los españoles, sin políticas ni distanciamientos ideológicos.
Recuerdo siempre en estos momentos de alegría solidaria que la verdadera
belleza se mide en la forma en que se ilumina el mundo con bondad y amor. Esa
es la fuente inagotable del encanto, la que nos hace verdaderamente hermosos a
los ojos de quienes tienen el privilegio de conocernos.
Enhorabuena a todos por iluminar un poco más este mundo.
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