Concluyen las vacaciones de verano. Playa, monte, mar, piscina, diversiones, comidas, paseos, descanso, deporte. No son suficiente para definir este fin del verano. Lo que realmente define el verano no son las cosas o actividades que has hecho sino con quién las has hecho.
Hay personas con las que estás, y hay personas con las que eres. Y ahí la
diferencia de todo.
La diferencia entre estar con alguien y ser con alguien es realmente
profunda y significativa. Estar con alguien implica simplemente compartir un
espacio físico o temporal, mientras que ser con alguien va mucho más allá;
implica una conexión emocional y espiritual que trasciende la mera presencia
física.
Cuando estás con alguien, puedes compartir momentos y experiencias, pero
cuando eres con alguien, compartes tu verdadero ser, tus pensamientos, tus
sueños y tus miedos. Ser con alguien implica una intimidad emocional que nutre
el alma y fortalece los lazos de la relación.
En la presencia de alguien con quien eres, te sientes completamente
aceptado y comprendido. No hay necesidad de máscaras ni de pretender ser
alguien que no eres. La autenticidad y la vulnerabilidad son bienvenidas y
valoradas, creando un espacio de confianza y conexión genuina.
Las personas con las que eres son aquellas que te conocen en lo más
profundo de tu ser, que comparten tus alegrías y tus tristezas, que te apoyan
en tus sueños y te sostienen en tus momentos de debilidad. Son aquellas con las
que puedes ser tú mismo sin reservas, sin juicios ni expectativas, simplemente
siendo y compartiendo la esencia de tu ser.
….la diferencia entre estar con alguien y ser con alguien es la esencia
misma de la verdadera conexión humana. Encontrar a esas personas especiales con
las que puedes ser auténtico y genuino es un regalo invaluable que enriquece tu
vida y te llena de amor y gratitud.
Este verano, estas vacaciones, he tenido el orgullo, privilegio y
satisfacción de ser conmigo mismo y con mi familia. Te invito a que lo pruebes,
te sorprenderás.
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