Siempre me acuerdo de ti hijo. No verte desde hace tanto tiempo no facilita crear momentos de unión. Pero el instante más importante que me une a ti está formado por semillas de amor y comprensión, y de mucha, mucha paciencia.
Has
cumplido 19 años, sino me equivoco. Son casi 9 años sin vernos, y lo que es más
descriptivo, ni conozco como es tu vida y que haces con ese gran regalo que
significa. Por eso, permíteme acudir al recuerdo de esos primeros 10 años en
los que, quieras o no, lo creas o no, tuvimos una relación fundamentalmente
basada en el afecto y la lealtad, tanto desde mi hacia ti como de ti hacia mí,
y por supuesto, generalizado a toda tu familia paterna.
Así que,
no solo te felicito en tu cumpleaños, que siempre es una buena excusa para
acercarse a quién queremos, sino que dentro de mi fluye una energía positiva
que me lleva a intuir que tienes unas buenas oportunidades de construirte como
mejor persona, tanto en la música (que sé que te gusta) como en cualquier
ámbito en el que te desempeñes.
Aquí estoy hijo mío, aquí estaré siempre, incluso más allá.
Deseo que tengas la
oportunidad de darte cuenta que encontrarnos y hablar sería bueno para ti, para
sanar tus heridas del pasado, y sobre todo reconstruir parte de tu identidad,
pues papá y toda tu familia paterna, lo creas o no, siempre seremos un
requisito imprescindible para que puedas llegar a alcanzar la mejor versión de
ti mismo.
Contigo
siempre, “eres el millor”
Papa.
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